Al poder deben llegar personas preparadas moralmente, con principios y valores de honestidad y verdadera transparencia, dijo Carlos García, al comentar que la inequidad en la sociedad también es corrupción. La corrupción es por falta de valores. La corrupción una enfermedad del Ecuador.
¿Será que podemos decir que la corrupción es una pandemia más en nuestro país?
Creo que sí, pero si hablamos de pandemia, para especificar los términos, estamos hablando de un fenómeno mundial y es un fenómeno histórico de toda la humanidad; sin embargo, nuestro país se ha caracterizado a lo largo de toda su historia republicana, inclusive en la historia colonial, por tener índices claros de corrupción, porque hay entes gobernantes que auspician la corrupción y empujan la corrupción en todos los niveles.
A su criterio, ¿dónde está la raíz del problema en nuestra sociedad?
La raíz de todos los problemas está en la Ética, Ética es la ciencia que examina los valores y la ciencia que establece los valores es la teología; entonces, hay un fundamento general para la presencia de la corrupción es la ausencia de valores, es el más importante, pero no es el único. Otro fundamento para el aumento de la corrupción es el aumento de la inequidad que existe en el Ecuador, pues, la inequidad también es un acto de corrupción, y lleva a que esas corruptelas pequeñas en las instituciones del Estado y en las empresas privadas se hagan como una práctica común que trasmite de generación en generación; esa ansia de ganar que se transmiten unos a otros sale el padre quien dice: “hijo, tienes que aprovechar, no seas tonto. Todos estos hechos son por la tremenda inequidad que existe en el país, y por la ausencia de valores, que es endémica en nuestra Nación. Nos faltan líderes honestos y transparentes.
¿La corrupción es solamente un perjuicio al Estado ecuatoriano? ¿La corrupción una enfermedad del Ecuador?
Académicamente la corrupción es definida como la utilización de fondos públicos para beneficio privado. El Art. 19 de la Convención de las Naciones Unidas para el combate para la corrupción la define en esos términos, pero creo que se puede hablar de un concepto ampliado de corrupción que sale de las nuevas esferas del Estado y que se infiltra en todos los niveles de la sociedad y en todos los actos públicos y privados que realizamos los seres humanos, y si estos actos no son hechos con un trasfondo ético, con un respaldo en los valores arraigados en nuestra personalidad nos llevará siempre a ser corruptos.
¿Qué hacer para corregir este problema negativo de la sociedad?
Creo que se debe tomar dos cursos paralelos y necesarios, el primero tiene que ver con el combate contra la inequidad y la injusticia social, y éste es el punto de políticas de Estado de largo plazo que darse, y el segundo es la formación ética, que es la formación en valores. La formación ética se constituye en una herramienta poderosa para combatir casi todos los males sociales, que se transforman en males políticos y que luego repercuten en la población, y pueden ser combatidos con la ética de los ciudadanos.
¿Por qué todos los días nos enteramos de actos de corrupción?, ¿qué está pasando en el Ecuador?
Este fenómeno histórico lo vemos todos los días. El país, en 1830, surgió en medio de nubes de corrupción: Juan José Flores fue combatido por Vicente Rocafuerte y surgió la gran revolución. En los años sesenta, cuando la Junta Militar derrocó a Carlos Julio Arosemena fue también debido a actos de corrupción, tanto pública como privada. En los años 70 también se dieron actos de corrupción y la restauración democrática en 1978 con Jaime Roldós y Osvaldo Hurtado, y en realidad desde esos años hemos tenido gobiernos democráticos vinculados con actos de corrupción.
Estamos a las puertas de un proceso electoral, ¿será que el pueblo se equivoca a la hora de acudir a sufragar?
El sistema democrático busca que sea la mayoría de las personas la que elija a sus gobernantes y espera que el sufragio sea bajo el principio de razonar, desgraciadamente, a lo largo de nuestra historia, hemos visto que eso no ocurre así, que los gobernantes no son elegidos por democracia sino por cuestiones emocionales, a más de prácticas corruptas de comprar votos, gastar dinero público en la campaña electoral, gastar mucho dinero de los rivales electorales, y todas las prácticas corruptas inciden en torcer la voluntad popular y en evitar que la elección sea verdaderamente razonable y que las personas lleguen a los cargos públicos de elección popular del pueblo ecuatoriano. La corrupción una enfermedad del Ecuador.