El problema que puede darse en el regreso a clases presenciales es que el niño va a rechazar ello, dijo Iván Vinueza. El problema es que va a existir un rechazo. Complicaciones con el regreso a clases.
¿Qué expectativas nos genera el regreso a clases para el nuevo año lectivo 2021-2022?
Son varias las expectativas, tomando en consideración que las niñas y los niños ya quieren regresar a las aulas de manera presencial, pero una gran parte de la población aún no quieren enviar a sus hijos a las escuelas, porque hay un temor de un posible contagio, especialmente por las variantes del Covid-19 que han ingresado al Ecuador y que, de alguna manera, se puede complicar, pero, a más de eso hace pensar y repensar en el manejo psicológico de los niños, porque el no estar presente con sus compañeritos genera problemas, pero esto también puede generar problemas porque, el momento que acuden a la escuela, va haber un gran rechazo. Complicaciones con el regreso a clases.
¿Por qué considera que existirá un rechazo?
Porque existirá un rechazo, van a pedir que no se les acerquen, les pedirán que se alejen, propondrán que se laven las manos, que se pongan la mascarilla, y esa relación en los niños también puede generar diversas problemas.
¿Qué hacer ante esta muy dura realidad?
Es fundamental que las escuelitas y los padres de familia trabajen de manera conjunta para manejar el problema psicológicio de los niños, que van a asistir a las escuelitas y los que van a quedar de manera virtual; entonces, es un tema muy complejo y complicado que demanda de un profundo análisis.
¿Para que las cosas marchen bien demanda de la participación de los padres y de los docentes para que las cosas salgan de lo mejor?
Es un trabajo en equipo, el establecimiento, los docentes, los padres de familia y los mismos niños, porque los padres van a decir “no te acercarás a los niños”, van a sugerir que se alejen y que no se junten; los niños van a las aulas con este concepto y va haber distanciamiento y se va a provocar rechazo entre ellos, y esto hay que manejarlo con mucho criterio, porque en vez de hacer un bien en regresar a la escuela puede provocar un rechazo y un serio problema entre los niños.
¿En relación a la formación de los niños y adolescentes, no es lo mismo presencial que virtual?
Hay una diferencia abismal, la educación presencial permite interactuar, y eso es lo básico, tomando en cuenta que en el Ecuador no hay mucha experiencia en el manejo de la educación virtual. Históricamente en el Ecuador no existe educación virtual, con excepción de la educación a distancia que ofrece la Universidad Técnica Particular de Loja (UTPL), pero, a parte de esto, en el Ecuador todos los niños, las niñas y los jóvenes siempre han recibido sus clases de manera presencial, entonces, tomar las clases de una forma mecánica, es decir solo virtual implicaría recapitular reformular para cambiar una serie de estructuras que tiene el Ecuador.
¿Hasta cuándo considera Ud. que podría cambiar esta situación?
Yo pensaría que todo el año lectivo 2021-2022, considero que hasta el mes de junio del próximo año se mantendría esta situación de las clases semipresenciales, presenciales y virtuales. Nos toca arriesgar y enfrentar los problemas psicológicos y económicos, los desgastes que se genera en la Unach. Ahora nos toca adecuar y convivir con la nueva realidad en que estamos viviendo. Nos toca retomar un ritmo de vida diferente a lo que éramos, a lo que hemos vivido.
En la actualidad, a nivel de los planteles estamos hablado de los centros denominados del reencuentro, ¿vale la pena intervenir en ellos?
El Estado no es solamente lo público, sino también lo privado, no es solo el Gobierno Central, el Estado es toda una estructura donde están los públicos y los privados; entonces, de manera conjunta tenemos que empezar a trabajar entre todos, y la educación amerita tener un reencuentro muy grande para solventar lo que hemos vivido año y medio, y el regresar a clases implicaría grandes sacrificios; el Ministerio de Educación con el Ministerio de Salud deben trabajar de manera conjunta, que ese encuentro o reencuentro entre niños y entre jóvenes, entre compañeras y compañeros, sea de la mejor manera, más llevadero, y que no implique problemas psicológicos y el rechazo entre los amigos.