¿Cuáles son los factores que confluyen para crear a un criminal? ¿Es responsabilidad de un sistema penitenciario que no está ofreciendo el servicio que oferta? ¿Cuál es el estado mental de un criminal? La estudiante de psicología, quien ha tenido cercanía con los reos de la cárcel de Riobamba, cuenta sobre su experiencia y lo que influye en la creación de una mente delictiva. ¿Cómo se forma un peligroso criminal?
¿Cuál es tu impresión sobre la seguridad en la ciudad?
En mi opinión personal y lo que he escuchado, creo que ha aumentado la delincuencia. Esto tiene que ver mucho con el desempleo que existe. Pero una experiencia propia, no he encontrado con una de estas circunstancias feas. Pero, lo he escuchado de gente muy cercana a mí, y suenan cosas que ya son un poco turbias. Se oyen, generalmente, más casos a diferencia con lo que sucedía años atrás con la delincuencia.
¿Cuáles son los crímenes más frecuentes en la ciudad?
Los asaltos a mano armada son los que más se han escuchado. Los asaltos a locales, a las personas en general, más que otros.
¿Por qué, según lo que estudias, se genera el crimen? ¿Qué factores lo impulsan?
Esto tiene que ver mucho con el estilo de personalidad que tiene cada persona, con los rasgos que tenemos. Dentro de la gente que está privada de la libertad, se tiene que comprender por qué se les llama antisociales. Esto es porque el tipo de personalidad es de este tipo. Este factor, primordial, no tiene que ver mucho con el entorno en el que te desenvuelve y te crías. ¿Será que influye el contexto cultural y socioeconómico de las personas?, sí, sí lo van a hacer. Pero, tu personalidad se construye por la conducta de tus padres, también
¿Es como una cadena?
Sí. Personas que ya tienen este trastorno de personalidad son propensas a que sus hijos lo hereden. Hay un 50% de probabilidad de que sus hijos lo adquieran, y si ellos se desenvuelven en un entorno de pobreza, en el que no tienen los recursos necesarios o lo ven como una forma para salir adelante el cometer crímenes para obtener un poco de dinero. Esto se va a seguir como una cadena constante.
¿Entonces, estamos ante la normalización de las conductas criminales?
Sí, se están normalizando dentro de estas familias y te topas con esto muy frecuentemente. Hay casos dentro de la cárcel que hay familias completas. Está el papá, la mamá y los hijos pequeños a fuera, con cualquier otra persona a su cuidado, quizás los tíos, los abuelos. Ellos, desde que están chiquitos, normalizan estos actos. Dentro de su conducta y de su personalidad son propensos a ver estas cosas como algo habitual, como algo que se puede hacer contra las normas, es decir que se pueden quebrar y romper, sin ninguna consecuencia.
¿Qué has visto dentro de la cárcel de Riobamba?
En materia criminal
Las conductas del criminal son distintas, dependiendo de las patologías que cada uno tiene. La que prevalece es el trastorno antisocial. Esto porque son personas que no comprenden las normas sociales, y para ellos, el cometer un acto delictivo no les genera sentimientos de culpa, ni de arrepentimiento. No sienten nada referente a lo que cometen. Esta es el principal rasgo de la conducta que encuentras. También ves personas que, gracias al estar encerrados, desarrollan trastornos depresivos o de ansiedad.
¿Con todas estas condiciones crees que el sistema penitenciario rehabilita al criminal?
Yo creo que el sistema carcelario, de todo el Ecuador, no funciona como un sistema de rehabilitación social. Es un sistema carcelario, como tal: para encerrar gente por sus crímenes, pero en rehabilitación, no funciona.
¿Por qué?
No se trabaja lo suficiente con talleres para fomentar que estas personas trabajen en sus problemáticas y así puedan reinsertarse en la sociedad, ya no como criminal. También para que no cometan los mismos actos que lo llevaron a ese lugar, a la cárcel. No existe un adecuado orden de la gente que debería estar en celdas específicas, dependiendo de los crímenes que cometan. Esto porque, dependiendo de los años que tú vas a estar en cárcel, deberías estar en un proceso de rehabilitación diferente. Hay gente que tiene uno o dos años por condena, por delitos menores. Con estas personas deberían trabajar en un entorno diferente a gente que tiene condenas mucho más grandes, porque si te rodeas de este ambiente, no sacas nada provechoso de ellos. Hay que tomar en cuenta, también, que el sistema no les apoya.
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