El civismo es el compromiso de los ciudadanos y ciudadanas a respetar las normas del espacio en el que se desarrollan; para que esto suceda se deben respetarse los derechos del resto de individuos, ya que cuando se convive con otras personas, también hay que ser considerados con ellos. Se considera que la base de un civismo adecuado nace desde la educación, por lo que es primordial que la gente aprenda desde temprana edad, las formas apropiadas de cómo comportarse y lo que deben respetar, es decir las reglas y evitar transgredirlas. En la vida cotidiana regularmente surgen situaciones en las que las normas no se respetan aunque se conozcan, un claro ejemplo es la falta de cuidado al medio ambiente y al espacio público. ¿Cómo debería convivir la SOCIEDAD?
¿Qué hace falta para continuar cultivando el civismo?
El civismo tiene una amplia relación con la parte de tener un sentido de pertenencia hacia la ciudad, la provincia o el país en el que vive o ha vivido gran parte de su vida. Sin embargo con el paso del tiempo se ha deteriorado de forma evidente los valores que se cultiva principalmente en el hogar, por lo que es muy importante recordar que tiempo atrás incluso se dictaba un cátedra de civismo en las escuelas y colegios, considero que eso hace falta, por la relevancia de aprender y mantener el respeto profundo a la gente que nos rodea, a la forma en la que nos identificamos y al lugar de dónde venimos o en el que desarrollamos nuestra vida; por medio de la educación se despierta el derecho de pertenencia de los sitios y espacios que se frecuenta.
¿De qué forma el civismo contribuye al fortalecimiento de la identidad social?
La identidad social está relacionada con la cultura arraigada en cada persona, exclusivamente las caracterizas desde el punto de vista del desenvolvimiento como tal de la gente en la sociedad, el civismo nos permite como ciudadanos aceptar las reglas que se dictan dentro de un espacio, en esta caso dentro del cantón. Algo fundamental es que desde esta forma de comportamiento se puede incluso demostrar el amor y respeto que se tiene a la ciudad y todo aquello que esta representa y que hace que la gente se sienta orgullosa e identificada.
Entonces ¿cómo la gente suele demostrar ese amor y respeto?
El hecho de exteriorizar el amor y respeto a la ciudad depende de cada persona, y esto se relaciona con el grado de pertenencia, mucha gente no nació en Riobamba, como es mi caso, pero la cercanía por haber formado una familia y una carrera en la ‘Ciudad Sultana’ ha provocado esa consideración y cariño al espacio en el uno ha desplegado su vida.
¿Cómo se puede definir la relación entre civismo y educación?
La educación está estrechamente ligada al civismo, es por ello que desde la segunda casa como es las escuela el colegio e incluso la universidad, se enseña a respetar al lugar en donde nacen o llevan a cabo la vida, desde esa enseñanza a través de contenidos cívicos, se logra mantener un carácter y formación de los estudiantes, claro con base en los valores y actitudes que deben formar en torno a la ética y moral, ya que desde el civismo se lograr crear el pensamiento social fundamental para la convivencia entre los seres humanos.
¿Qué importancia tiene cultivar los valores cívicos?
Cultivar los valores cívicos nos permite a los ciudadanos en primer lugar, apreciar y amar nuestras ‘raíces’ y de esa forma reconocer de dónde somos, esto nos permitirá siempre estar orgullosos de nuestras banderas que nos representan como tal; si tenemos que salir del país o de nuestra ciudad, podamos firmemente enseñar al resto de personas el cariño que tenemos hacia lugar del que venimos, sin temor o rechazo alguno. Por otro lado, los valores también nos permiten ser parte de un conglomerado social, unirnos por el sitio en común y por el aprecio al mismo. Uno de los valores fundamentales es el respeto, que nace desde la casa y se traduce una vez que estamos conviviendo en sociedad.