Para quienes trabajan en los mercados hay tres razones que reducen el comercio y, por ende, sus ingresos para el hogar.
Primero. Según una fuente anónima, la primera razón empieza en la pandemia del coronavirus, cuando las reglas en contra de la aglomeración daban turnos rotativos a las y los vendedores, lo que modificó el comercio dentro del establecimiento, pues de ahí se acarrean ciertas costumbres en cuanto al horario de trabajo.
Segundo. Por otro lado, la delincuencia es un factor que obliga a los comerciantes a retirarse temprano de sus actividades, ya que en caso de quedarse hasta muy tarde los ‘amigos de lo ajeno’ se hacen presentes para buscar a sus víctimas. Según la fuente, son pocos los vendedores que toman el riesgo y siguen en el lugar hasta altas horas de la tarde.
Tercero. Una de las razones más importantes para la reducción de el comercio en los mercados, según una vendedora de mediana edad, es el comercio informal que se encuentra en los alrededores, en vista que los compradores optan por ‘hacer gasto’ a quién le ofrece el producto más rápido y barato, en ese caso serían beneficiados aquellos que caminan por los costados de estos espacios con las verduras en las manos. Además, indicó que en el comercio informal se usa frecuentemente a menores de edad, con la intención de convencer a los ciudadanos que realizan sus compras y vender mucho más rápido el producto.