Comerciantes de Riobamba: Los riobambeños descienden de gente luchadora, y así lo mencionó doña Mari, dedicada a la venta de jugos en la “Canchita tapada” de La Dolorosa. Ella recuerda, con nostalgia, los niveles de venta que tenía antes de la llegada del virus Covid-19.
Negocio. La mujer explicó que cuando llegaba empezaba la venta, pero ahora se vende poco, esto tal vez porque la gente se guarda en casa o sale con miedo. Doña Mari lleva 17 años en el negocio, comparte el tiempo y acompaña las ventas de las vecinas de la “Canchita tapada” que expenden comida preparada. Al sector llegaban estudiantes, trabajadores, familias, gente de todo lado que busca “recargar la batería”, como mencionó Luis Guaña, cliente fijo de la hábil cocinera local.
Bondad. “Compartir lo que se tiene ayuda a recibir con la misma voluntad”, decía, a pesar de que “el entusiasmo decae” cuando piensa en las condiciones económicas que atraviesa no solo ella, sino la sociedad en general.
Horarios. Despertarse a las 3 de la mañana tiene su razón: cuenta con una bodeguita cerca a su puesto de venta, pero debe trasladarse desde el norte y luego ordenar sus productos; el llegar cada día es como cambiarse de casa, por eso lo primero es ordenar las cosas para atender pronto a los clientes, nos cuenta.
“Juguitos”. Los ofrece variados, aunque la sacrificada mujer ríe a mares mientras piensa en el “levantamuertos”, que le piden sus fieles clientes “para no fallar”…