Club de Autos Clásicos, con más de 30 años de historia lucen en las calles de Riobamba preservando la elegancia de los vehículos de época.
El Club de Autos Clásicos, con más de 30 años de historia, preserva y celebra la elegancia de los vehículos de época en Riobamba,
En la vibrante escena de los vehículos clásicos, pocos logran captar tanto la atención y admiración como aquellos autos que llegan a cualquier lugar con un aire inconfundible de nostalgia y elegancia.
Este fenómeno, lejos de ser una mera afición, es parte integral del tejido cultural de nuestra ciudad, gracias a un grupo de entusiastas que han dedicado décadas a celebrar y preservar la esencia de los autos de época.
Darío González, presidente del Club de Autos Clásicos, comparte el entusiasmo que ha alimentado este grupo desde su fundación hace 30 años.
El club, compuesto actualmente por 46 miembros, se ha convertido en un pilar cultural, participando en desfiles y diversas actividades que reúnen a la comunidad.
Características de los autos clásicos
Los miembros del club no solo comparten un amor por los autos clásicos, sino que también se reúnen para apreciar y mantener modelos que tienen más de 40 años.
En el club, hay joyas automotrices como las camionetas Ford y Chevrolet.
Algunos autos, como un Ford del 54, han pasado por las manos de varios propietarios y requieren cuidados meticulosos.
El proceso de restauración no solo implica inversión financiera, sino también la búsqueda de mecánicos especializados que aún conservan el arte de la mecánica antigua.
Encuentros semanales del Club de Autos Clásicos
En una era donde estos expertos son cada vez más escasos, el club se asegura de acudir a quienes mantienen viva esta tradición.
Cada jueves a las 20:00h, el grupo se reúne en diferentes lugares de Riobamba.
La dedicación de estos aficionados va más allá de la simple posesión de un auto.
Se trata de una labor amorosa que celebra el diseño y la historia de cada pieza, manteniendo viva una parte importante de nuestra cultura automotriz.
Así, los autos clásicos no solo brillan por su belleza y carácter, sino también por el espíritu de comunidad y tradición que aportan a Riobamba