“En esos lugares torturan, dejan sin comer, sin dormir, aparte de insultarnos y humillarnos, abusaban de nosotros” expresó un joven muchacho que habría sido internado hace unos años en una clínica de deshomosexualización en Quito..Clínicas del terror, serán eliminadas.
Experiencia. Luis, nombre protegido, que habría sido llevado por su familia a una clínica para “rehabilitarlo” su orientación, comentó que en el país todavía existe esa discriminación e ignorancia por parte de la gente, “lamentablemente mi familia desconocía y no los culpo, la gente les aconsejó mal, es que ser homosexual no es una enfermedad, ni algo que se deba tratar para cambiar, la sociedad debe entender aquello, informarse y no atacar, porque también somos seres humanos, se que van a eliminar estas clínicas, esa ha sido la lucha de todos los que hemos sido perseguidos por nuestra elección”, refirió el joven con tristeza.
Antecedentes. Según el sitio Deutsche Welle para Latinoamérica, El primer caso de estas «clínicas de deshomosexualización” documentado en suelo ecuatoriano data del año 2000. Desde entonces, las historias han ido saliendo a la luz a cuentagotas, aunque algunas revolvieron a la sociedad: en 2008, Paola Concha Zirith fue secuestrada y trasladada en una «clínica” cerca de Quito, donde la violaron para intentar cambiar su orientación sexual. El de Jonathan Vásconez en 2010 fue otro de los casos que causaron revuelo social. Con 23 años, fue internado por mediación de su familia. Estuvo más de un año encerrado. Su caso llegó a los tribunales, pero fue finalmente sobreseído.
Opinión. Rossy Baldeón, estudiante de psicología clínica, activista y militante de la colectiva, “No esperes a que te pase”, expresó que para Analizar la existencia de las clínicas de deshomosexualización en nuestro país es primordial plantearse un cuestionamiento importante, la homosexualidad es algo que se debe curar?, la joven dijo que, a pesar que desde hace más de 25 años la Organización Mundial de la Salud dejó de considerarla como una enfermedad, todavía existen varios espacios que ofrecen tratamientos para erradicarla.
Apoyo. Baldeón también mencionó que, en Riobamba, los colectivos: “No esperes a que te pase”, Empatía colectiva”, “Luna Warmi”, entre otros; “han creado espacios de educación y visibilización de la comunidad por medio de conferencias virtuales, redes de apoyo y la libertad de expresar su ser”, anotó.