Disfruta los churros de Don Pepe en el mercado La Merced de Riobamba, un sabor único con tradición local que no te puedes perder.
En el mercado de La Merced, Don Pepe se ha convertido en un símbolo de perseverancia y dedicación.
Con más de 30 años de experiencia en la venta de churros y huevitos chilenos, este vendedor ha tejido una historia de pasión y compromiso.
A sus 59 años, Don Pepe recuerda cómo comenzó su trayectoria.
«A raíz de que me casé, empecé a vender estos productos. Mis hijos ya habían nacido y necesitaba una forma de mantener a la familia», explicó.
Desde entonces, ha mantenido su puesto en La Merced, un lugar que considera su hogar. «Siempre he estado aquí, no he cambiado de ubicación. Este es mi lugar», añadió con orgullo.
Los productos que ofrece son un deleite para los sentidos, Don Pepe vende funditas de churros y huevitos chilenos a precios entre un dólar y 75 centavos, dependiendo del cliente.
El trabajo de Don Pepe no ha estado exento de desafíos. Recuerda sus primeros días con humor:
«Una vez, cuando recién empecé a vender, la masa me salió media cruda cuando llegaron unos turistas. Fue un momento gracioso», relata entre risas.
A pesar de los obstáculos, Don Pepe se asegura de tener todos los permisos municipales necesarios para operar en el mercado. «Tengo el permiso del municipio y del mercado, por eso puedo estar aquí. Si no, no me dejarían», indicó.
Trabaja de lunes a sábado, comenzando a las 8:30 de la mañana y continuando hasta que se agotan las ventas.
Don Pepe mantiene a su familia con sus churros en La Merced
En cuanto a su ingreso, Don Pepe menciona que, aunque no es exorbitante, le permite llevar sustento a su hogar. «Algo queda para poder llevar a casa y mantener a mi mujer y a mis nietas», comentó con sinceridad.
La familia juega un papel importante en su vida. Aunque sus hijos ya son adultos y tienen sus propias responsabilidades, Don Pepe disfruta de la compañía de sus nietas, quienes a veces vienen a ayudarle en el negocio.
«Antes, cuando eran pequeños, sí me ayudaban más. Ahora, vienen de vez en cuando a visitarme», dice con cariño.
Con un espíritu acogedor, Don Pepe invita a todos a visitar La Merced y probar sus deliciosos productos. «Vengan a disfrutar del hornado, el jugo y mis huevitos chilenos.
Me encontrarán frente a las oficinas del municipio, como ‘Los churritos de Don Pepe'», concluyó con una sonrisa.
La historia de Don Pepe es un reflejo del esfuerzo y la dedicación de muchos emprendedores que, con pasión y trabajo duro, contribuyen a la rica cultura y gastronomía de Riobamba.
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