En la cárcel de mujeres de Riobamba las 48 internas a pesar de hacer huelga de hambre no habrían sido atendidos sus pedidos.
Familiares de las internas de la cárcel de mujeres de Riobamba piden que atiendan su pedido, ya que estarían recibiendo una comida al día y tendrían la prohibición de recibir ningún tipo de alimentos por parte de sus familiares.
Hay inconformidad de los familiares de las internas
A partir del operativo que realizó personal policial y militar el pasado martes, las internas se han declarado en huelga de hambre.
Luis N, esposo de una interna que llegó a visitar a su cónyuge desde la ciudad de Quito, mostró su inconformidad, ya que, desde hace un mes les estarían dando de comer una vez al día, “y no estaría permitido el ingreso de alimento alguno, –ni una botella de agua-”.
Luis indicó que los familiares de las 48 internas han intentado apoyar para que por lo menos haya agua potable en el pabellón y a partir de una gestión lograron la donación de una bomba de agua y solucionaron este tema.
“Mi esposa me pide alimentos y que tratemos de hablar con alguien del ESNAI: Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores, para que hagan algo con el fin de poner solución. Mi esposa, que está bien puesta hoy en día, ha bajado de peso una barbaridad”.
Levantaron la huelga de hambre
Cristina N, hija de una interna, denunció que no le permiten el ingreso ni medicinas. “Mi mamá está enferma, está por operarse, y cada rato militares y policías están maltratándola”. Cristina indicó que levantaron la medida a pesar de que no recibieron respuesta positiva alguna por parte del Coordinador del ESNAI.
Contó que el coordinador no da paso a ninguno de los pedidos que han realizado, “no da paso al médico, no da paso al ingreso ni de una botella de agua, no permite el ingreso de materiales para que puedan tejer o hacer alguna manualidad. Cada rato estaría haciendo requisas”…
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Filtros de control en los exteriores de la cárcel de mujeres de Riobamba
En los exteriores del Centro de Rehabilitación Social de Riobamba, están instaladas dos carpas en las que están uniformados de la Policía Nacional y Brigada Galápagos.
En el primer filtro, personal policial realiza una inspección minuciosa de los implementos que reciben los internos, que por lo general son de aseo. No pueden recibir ningún implemento que sea contundente y, en el caso del jabón, todo tiene que ser líquido.
En el segundo filtro, personal militar realiza una segunda inspección y, si cumplen con las normas, reciben el visto bueno para que puedan acceder. En esta inspección, la persona que visitará a algún interno no puede portar teléfono, dinero ni joyas y se somete a una requisa.