Los días de movilización siguen avanzando y los ánimos siguen encendiéndose. Durante estos días de manifestaciones se han llevado a cabo acciones en las que la polarización se siente cada vez más. Capital político y los días del paro nacional.
En la ciudad se empieza a sentir el desabastecimiento de productos que vienen desde las comunidades indígenas y la violencia incrementa. El comunicador social, Hernán Pillajo, quien se encuentra en Quito, da sus opiniones al respecto de este hecho social.
¿Se minimizaron los llamados a movilización?
Ante las movilizaciones y desconocer la fuerza que pueden tener, creo que el Gobierno minimizó el reclamo social. Un reclamo social que se expresaba, justamente, en un malestar inicial que, después se transformó en una reacción múltiple, con respecto al precio de las gasolinas, los combustibles. Posteriormente, en esta última etapa del Gobierno, los problemas relacionados con la inversión pública, como en salud, educación, y las condiciones internas como externas, han generado problemas en los productos de primera necesidad como el aceite. Entonces, es un cúmulo de demandas sociales que el Gobierno no ha sabido procesar y que devienen en esta manifestación de inconformidad que, en primer lugar, ha sido liderado por el movimiento indígena.
¿Por qué el Movimiento Indígena toma el protagonismo en estas circunstancias?
Hay que ir, incluso, mucho más atrás. También se debe tomar en cuenta el gobierno de Rafael Correa y mucho más atrás. Lucio Gutiérrez, Abdalá Bucaram, y si vamos al Levantamiento de 1990, se da una muestra del nivel de organización que tienen otros sectores de la sociedad civil o movimiento sociales. Aquí se evidencia una cultura política que el mundo mestizo no procesa muy bien. Por eso se tienen señalamientos, con respecto al paro, como manifestaciones únicamente de gente que no deja trabajar, gente que genera el caos, porque, precisamente, el mundo mestizo no digiere muy bien, no conoce los niveles de organización, de participación y de involucramiento que tiene el movimiento indígena. Y esto data de hace mucho tiempo atrás. Bien podrían ser rastreadas desde la acción evangelizadora y política de Leonidas Proaño.
Las decisiones que se han tomado hasta ahora, ¿son buenas jugadas políticas del Gobierno?
Pienso que, los resultados de las encuestas que se han dado a conocer en estos últimos días, que no toman, justamente, estos elementos últimos de la actual coyuntura, demuestran que, por el contrario, el Gobierno no ha sabido gestionar bien su capital político. Las últimas acciones, estas aquí mencionadas, han contribuido para deteriorar ese capital político. Y es muy, digamos, extraño, en lo personal, no encuentro una razón por la cual, el Gobierno, se enreda y, realmente, conspira, contra sí mismo. Hay muchos que dicen que se da el tiro en el propio pie. Es claro que muchas acciones a las que tiende, conspiran contra su propio capital político. Los últimos artículos del Decreto de Emergencia, por ejemplo, apuntaban, claramente, a una restricción de la libertad de expresión. No solamente la libertad de prensa, sino a la de expresión de los ciudadanos a través de redes sociales.
¿Existe contradicción en los discursos presidenciales?
Evidentemente, porque muchas personas decían y comentaban, en redes sociales y otros espacios que “aun cuando haya problemas en el Gobierno de Lasso, bien podríamos pensar que es mucho mejor un Gobierno con algún nivel de problemática pero que nos permita expresarnos y protestar cuando sea el caso”. Todo esto se derrumba cuando hay un decreto que, si bien fue reformado, traía y contemplaba restricciones gravísimas a la libertad en general de los ciudadanos.
¿Los 10 pedidos de la CONAIE son proporcionales a la realidad del país?
Recogen mucho del sentir de lo que estamos hablando, de las necesidades sociales y la agenda no atendida por el Gobierno Nacional en este primer año. Y eso lo estamos viviendo con el incremento del costo de la gasolina, entre otros productos necesarios. Tiene que ver, precisamente, con las emisiones de crédito que, lejos de flexibilizarse, se agudizaron durante el Gobierno de Lenín Moreno. Ahí se tiene un pedido que está vinculado con la agenda social. Lo relacionado con el tema de la seguridad. Y esto, también, es histórico, en términos de la organización, la no privatización de sectores estratégicos del Estado. Entonces, ahí tú tienes un conjunto de demandas que, paradójicamente, en campaña se dijo que se iban a atender. Los pedidos de la CONAIE recogen las urgencias que tiene el país.