Caída de operación de Coca Codo Sinclair agrava la crisis eléctrica en Ecuador y obliga a utilizar embalses
La caída en la operación de Coca Codo Sinclair, la mayor hidroeléctrica de Ecuador, ha empeorado la crisis eléctrica en el país.
Actualmente, esta central hidroeléctrica solo está produciendo un 20% de su capacidad, lo que equivale a 298 megavatios (MW), mucho menos de los 1.500 MW que puede generar en condiciones normales.
Este descenso se debe a la disminución del caudal del río Coca, que abastece la central, provocando que la planta no pueda operar a su máxima capacidad.
Embalses de Ecuador en niveles críticos
El impacto de la reducción en la operación de Coca Codo Sinclair se ha extendido a otras hidroeléctricas del país.
La hidroeléctrica Mazar, que forma parte del Complejo Integral Paute, se ha visto obligada a reactivar una de sus turbinas, a pesar de que su embalse está en niveles críticos.
El embalse de Mazar se encuentra a 2.111,61 metros sobre el nivel del mar, una cifra que, según el operador estatal de electricidad Cenace, podría generar apagones si no se toman medidas urgentes.
Cortes de luz tras caída de operaciones de Coca Codo Sinclair
Para mitigar esta situación, el gobierno de Ecuador ha aumentado los cortes de luz de ocho a doce horas diarias desde el 9 de noviembre de 2024.
La situación se agrava aún más porque el caudal de agua que abastece al embalse de Mazar es considerablemente bajo, con solo siete a 15 metros cúbicos por segundo, cuando el promedio histórico para esta época del año es de 34 metros cúbicos por segundo.
La intermitente operación de la hidroeléctrica Sopladora, ubicada en el mismo complejo, también está siendo afectada por la falta de agua.
Aunque Sopladora depende del caudal de agua proveniente de la hidroeléctrica Paute, este caudal ha descendido a solo 47 metros cúbicos por segundo.
Lo que obliga a la planta a operar con una o dos turbinas en lugar de las tres que normalmente funcionan a plena capacidad.