Niños que crecen con mascotas desarrollan empatía, responsabilidad y disfrutan beneficios emocionales, sociales y físicos en su desarrollo.
Niños y mascotas pueden llegar a formar vínculos únicos que tienen un beneficio en el desarrollo infantil, fomentando habilidades como la empatía y la responsabilidad.
Según Dayana Vimos, auxiliar veterinaria, la interacción con animales domésticos puede ser una herramienta poderosa para mejorar la calidad de vida tanto de los pequeños como de sus familias.
Experiencia personal del desarrollo de niños con mascotas
Dayana compartió una experiencia personal: cuando su hijo era un bebé, le regaló un conejo que, aunque pequeño, se convirtió en un soporte emocional importante para el niño.
«Cuando se enfermaba o necesitaba consuelo, iba con su conejito, lo acariciaba, y eso le brindaba tranquilidad», comentó.
Esta interacción no solo fortaleció el vínculo emocional del niño con su mascota, sino que también le enseñó valores esenciales como el respeto y el cuidado hacia los animales.
Para los niños, crecer junto a una mascota puede ser una experiencia enriquecedora.
Según Vimos, tener un perro, gato u otra mascota en casa fomenta el desarrollo de la empatía y el sentido de responsabilidad.
«Cuando los niños crecen rodeados de animalitos, aprenden que no se deben maltratar y que son seres vivos que merecen cuidado y respeto«, explicó.
Este tipo de interacción también tiene beneficios emocionales. Los niños que enfrentan momentos de estrés o tristeza encuentran consuelo en sus mascotas.
Al acariciar o simplemente compartir tiempo con un animal, los niveles de ansiedad pueden disminuir significativamente, creando un espacio seguro y reconfortante.
Beneficios de las mascotas en la parte física
Desde un punto de vista físico, las mascotas pueden motivar a los niños y a sus familias a llevar una vida más activa.
«Muchos deportistas y familias sacan a pasear a sus perros, lo que fomenta el deporte y mejora la salud», dijo Vimos.
Estas actividades no solo fortalecen los lazos familiares, sino que también promueven el bienestar físico. Sin embargo, la veterinaria enfatizó la importancia de mantener un balance emocional en la relación con las mascotas.
«Es maravilloso que las personas ahora vean a los animales como parte de la familia, pero también debemos recordar que son mascotas, no un reemplazo de vínculos humanos», señaló.
La sobreprotección puede generar dependencia tanto en las personas como en los animales, lo que puede complicar su cuidado y adaptación a ciertas situaciones, como visitas al veterinario.
«Es importante que los padres asuman la responsabilidad del cuidado de las mascotas, pero que involucren a los niños en tareas sencillas para que aprendan y crezcan con estos valores», concluyó Dayana.