Erika Estrella Ruiz, oriunda de Otavalo, ha demostrado que no hay límites para alcanzar sus sueños. Con su reciente incorporación como azafata kichwa, se convierte en un ejemplo inspirador para su comunidad y más allá.
Seleccionada entre más de 3.000 aspirantes en una convocatoria de Avianca, Erika ahora surca los cielos en rutas nacionales e internacionales. Su determinación y el respaldo de la compañía han sido fundamentales en su camino hacia el éxito.
Primera mujer indígena de Otavalo que se convierte en azafata
Convertida en la primera mujer de su comunidad en ingresar a la industria aeronáutica, el viaje de Erika no ha sido fácil.
Después de graduarse en Lingüística Aplicada y vivir en Estados Unidos, donde trabajó como niñera y vendió artesanías, obtuvo una de las codiciadas 20 vacantes como tripulante de cabina de Avianca.
Erika, consciente del impacto de su logro, se convierte en una voz de aliento para otras mujeres indígenas. Les insta a perseguir sus sueños sin temor y a estar preparadas para los desafíos que se presenten.
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Ejemplo para su comunidad
Su vida ahora está marcada por la intensidad de volar, descansando solo un día a la semana mientras cumple sus deberes como miembro de la tripulación.
Esta experiencia la ha llevado a compartir su historia y a alentar a otras mujeres de su comunidad a seguir sus pasos.
Con su participación en la campaña «El cielo es de todos», Erika se alinea con la filosofía de Avianca, promoviendo la empatía y derribando barreras. Su mensaje es claro: los sueños pueden alcanzarse con preparación y determinación.
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