La falta de clases presenciales en los establecimientos de Educación Superior de la ciudad de Riobamba ha generado una serie de pérdidas económicas, dijo Rafael Calvopiña, quien reside al frente del ingreso principal a la Espoch. Ausencia estudiantil generó un impacto.
El vecino asegura que casi todos los moradores han hecho un gran esfuerzo para construir o readecuar sus viviendas para arrendar a los estudiantes; pero, con la pandemia la mayoría regresó a sus ciudades de destino y se perdió la oportunidad de obtener ingresos por este concepto, lo que ha perjudicado terriblemente a la economía.
¿Considera que la ausencia de los estudiantes universitarios en la ciudad de Riobamba perjudica a la economía de los riobambeños?
Nos afecta terriblemente, porque los vecinos, de alguna manera, hicieron todo el esfuerzo para construir edificaciones nuevas y otros reconstruyeron sus viviendas con la finalidad de generar espacios para arrendar a los estudiantes que se forman en los centros de educación superior de la ciudad de Riobamba, por ejemplo en el caso de los moradores del barrio San Francisco de Macají en la actualidad no tienen ingresos, porque no hay estudiantes en clases presenciales, pues, la gran mayoría retiró las cosas y regresó a su ciudad de origen, otros dejaron encargando pagando un mínimo costo, pero la situación no es solo en Riobamba sino en todo el país y el mundo.
¿Se espera que exista algún cambio de esta situación?
Todos estamos a la expectativa, comentan que posiblemente en marzo del próximo año se reiniciarían las clases presenciales de manera paulatina, pero eso depende de las disposiciones del COE Nacional previo un análisis de lo que está sucediendo, porque la pandemia no ha terminado, siempre tenemos que cuidar aplicando los protocolos de bioseguridad, y esa es la única manera de prevenir el contagio, pues, si actuamos de manera responsable lograremos salir adelante.
¿Ustedes estaban y están preparados para arrendar un espacio para que vivan los estudiantes que vienen a formarse en la “Sultana de los Andes”?
El gran número de estudiantes que viene de otras provincias del país vive en este sector porque desea estar cerca del centro de educación en donde está formándose para alcanzar una profesión del nivel superior. Tenemos que estar claros que los estudiantes viven, se alimentan, ocupan el internet y una serie de actividades, de tal manera que mientras estaban en clases el sector estaba muy activo y cuando había el receso los ingresos eran muy reducidos y se reactivaba cuando regresaban a clases.
¿El funcionamiento de las dos universidades en la ciudad mueven la economía local?
No cabe la menor duda, que la presencia de los estudiantes mueven la economía de la ciudad y de la provincia. Pero con la pandemia los estudiantes tuvieron que irse a sus casas y, como consecuencia, todas las viviendas dedicadas al arriendo del sector estudiantil, quedaron vacías. Casi dos años que no existe ningún tipo de ingreso por este concepto. Por el momento los negocios de restaurantes, internet y otros relacionados con la actividad estudiantil se encuentran cerrados y, por lo tanto, el impacto económico en el sector ha sido muy grande.
Una vez que están vacunados docentes, estudiantes y la gran mayoría de la población, ¿considera que se debe volver a clases presenciales?
De acuerdo a lo que hemos podido ver, leer y oír, no sería aconsejable que de buenas a primeras todo el mundo regrese a la actividad normal porque existe el riesgo de que nos contagiemos. El hecho que la gran mayoría estemos vacunados no quiere decir que nos retiremos de las obligaciones que tenemos, es decir, que tenemos que cumplir con los protocolos de bioseguridad como lavar las manos, usar las mascarillas y mantener el distanciamiento, en la familia hemos hecho así y estamos sanos.
¿Han conversado con los vecinos sobre esto?
A nivel de los vecinos hemos conversado y nos hemos cuidado. Lo que hace falta es analizar para vivir la nueva realidad, no podemos cambiar de un día para el otro. En otros países iniciaron clases, pero al tener problemas tuvieron que volver a suspender las clases, porque llegaron los contagios.