Una vez terminada la ‘fiesta de la carne’, la misma que dio rienda suelta a que la alegría, el juego y hasta ciertos excesos tomen protagonismo, entramos en tiempo de reflexión con la Cuaresma, cuya apertura se da con el Miércoles de Ceniza, que nos hace saber a creyentes o no creyentes que la vida es frágil, y que debemos amarla y preservarla, así como coadyuvar -por todos los medios posibles, eso sí de orden lícito- a que sea digna y altiva. Aunque sea reflexionen al último… Y precisamente esto último nos motiva reflexionar en que estamos a las puertas de la inauguración de un nuevo período administrativo de gestión de gobierno a nivel local, algo que hace abrigar la esperanza de que ‘ahora sí será la vencida’, y que ya no seremos engañados por la demagogia como en ocasiones anteriores; es decir, se reaviva la esperanza de que el trabajo honesto, comprometido y visionario por fin se instalará en nuestras tierras, y qué mejor que quienes están en funciones aprovechen estos ‘días del estribo’ para exponer a los nuevos mandatarios los informes de cómo dejan las entidades que regentaron en los últimos períodos, así como se abstengan -en lo posible- de hacer las típicas ‘obritas de última hora’, las mismas que no solo son ‘sin ton ni son’, sino que ‘hacen volar la imaginación’…A |