Una sopita de fideos fue la última comida que preparó María Esther Morocho, y eso lo recuerda bien su hija, Miriam Silva Morocho, entre un mar de lágrimas que no pueden contener. El dolor está presente como si fuese ayer aquel fatídico día, en que la vida de la familia Silva Morocho sufrió por el asesinato de aquella mujer. Quien, además de ser madre, era comerciante y activista social en la ciudad. Aún hay dolor a 10 años del primer sicariato en Riobamba
Historia. Era pasado el mediodía del 28 de enero de 2012, todo transcurría con normalidad en el sector Cemento Chimborazo. Allí, María Morocho, como de costumbre, cocinó un delicioso almuerzo para su familia, recuerda su hija, que agregó que ese día todos ansiaban llegar a casa para degustar una rica sopa de fideos, ya que si en algo se destacaba su mamá, a más de ayudar al desvalido, era por su buena sazón… Pero ese momento ameno nunca llegó, ya que manos asesinas truncaron los planes de esta familia.
A saber. Sin embargo, la vida de esta madre de familia fue cegada abruptamente por dos sicarios, quienes, sin contemplación alguna, detonaron un arma de fuego sobre la humanidad de Morocho. Desde entonces, su familia ha tenido que vivir un periplo en búsqueda de una claridad de justicia por este hecho trágico.
Su hija
Miriam Silva Morocho confiesa que si algo tiene claro es que debe buscar justicia, y para ello ha tenido que sacar fuerzas de donde no tiene y, a pesar de todo, lleva consigo en firme que debe seguir adelante en la búsqueda de los demás implicados en el sicariato de su amada madre.
Silva, mientras comenta detalles de los hechos, suspira profundamente, intenta evitar las lágrimas, pero no lo consigue, pues aquellos recuerdos explícitos de ese día la traicionan, y aunque desea ser fuerte se quiebra en llanto. “Yo tuve que suturar algunas heridas del rostro de mi madre. Ella quedó desfigurada, no quería morir. Decía que las autopsias eran feas, y verla ahí, en una mesa de la morgue, fue muy duro”, confiesa Silva, mientras seca sus lágrimas.
Ella ha estado con sed de justicia desde el momento en que su madre fue asesinada, manifestando que no hay alba en que no abra sus ojos y visualice mejores días respecto al seguimiento de este caso, en el que todos los implicados paguen con cárcel este crimen. Mientras tanto, seguirá exigiendo justicia y haciendo eco de lo ocurrido, para que el asesinato de su madre no quede en la impunidad…
Datos
10 años
y cuatro meses han transcurrido desde que se registró el primer caso de sicariato en Riobamba, y la víctima fue María Esther Morocho.
15 de mayo
de 2022, dos implicados como autores materiales del asesinato fueron detenidos por la Policía en el cantón Carlos Julio Arosemena Tola (Napo).
2 personas,
María G. y Fernando G., fueron los aprehendidos en días pasados, y uno de ellos fue sentenciado a dieciséis años de pena privativa de la libertad.