Alias ‘Invisible’ y alias ‘La Flaca’, cabecillas de Los Lobos, estuvieron detrás de la planificación y ejecución del asesinato de Fernando Villavicencio.
Durante la audiencia evaluatoria y preparatoria de juicio, el 27 de febrero de 2024, la fiscal Ana Hidalgo expuso la acusación en contra de seis personas por el asesinato de Fernando Villavicencio.
La funcionaria relató detalles de la planificación y ejecución del crimen. Villavicencio, activista político y excandidato presidencial, fue asesinado el 9 de agosto de 2023, a la salida del antiguo colegio Anderson, en el norte de Quito, donde había tenido un mitín político en el marco de la campaña electoral para las elecciones presidenciales de 2023. En ese sitio hubo 12 heridos más.
El miércoles 28 de febrero, luego de dos días de escuchar argumentos de quienes hacen parte del proceso penal por el asesinato de Fernando Villavicencio, la jueza de Pichincha Irene Pérez decidió emitir un auto de llamamiento a juicio contra Carlos A., Laura C., Erick R., Víctor F., y Alexandra Ch.
Implicados en el asesinato de Fernando Villavicencio
Tras disparar y asesinar a Villavicencio, los implicados en el crimen intentaron huir. Pero el autor material, es decir, quién disparó al político, no lo logró. Se trata del colombiano David C., quien fue herido y murió minutos después en la Unidad de Flagrancia, también el centro norte de la capital.
De inmediato, la Policía se activó y empezó a investigar al resto de los responsables, quienes lograron huir. Tras revisar las cámaras de seguridad de una panadería cercana al Colegio Anderson, Inteligencia Policial identificó a un criminal conocido con el alias ‘Chupado’.
Rastreando a este personaje, las autoridades llegaron a una casa ubicada en el sector de Monjas, en el oriente de la ciudad.
En el allanamiento el lugar, los policías encontraron escondidos a seis sujetos colombianos, que en su poder tenían 13 teléfonos, tres tabletas y drogas. Además, en el exterior de esa casa se halló un vehículo, sin placas, y a su interior una maleta.
En esta, la Policía encontró un fusil, un subfusil, cuatro pistolas, 384 cartuchos de diferente calibre y tres granadas de fragmentación de uso militar. Estos seis sujetos fueron los primeros procesados por el asesinato de Fernando Villavicencio. Pero, el 6 de octubre de 2023, fueron asesinados en la Penitenciaría del Litoral, en Guayaquil.
Sus cadáveres fueron hallados en el pabellón 7, que estaba deshabitado, y, según la autopsia, fueron asfixiados.
Los Lobos lo organizaron todo desde la cárcel
Si bien estás personas colombianas fueron identificadas por la Policía como los autores materiales del asesinato, es decir, los sicarios; la acusación de la Fiscalía estableció que detrás del crimen, en la planificación y logística, estuvieron Los Lobos.
Tras la muerte de David C., un militar que estaba cerca de la escena del asesinato recibió un teléfono que habría pertenecido al tirador. Este militar, a su vez, lo entregó a la Policía e ingresó a la cadena de custodia.
Celular dio las pistas de todo el caso
En ese teléfono, tras la pericia de extracción de la información, los agentes hallaron llamadas y mensajes con un teléfono con número proveniente de Estados Unidos, que había sido identificado como Inv 1.
Según el Ministerio Público, ese número era usado por Carlos Edwin A. L, identificado con el alias ‘Invisible’ y como cabecilla de una facción de Los Lobos. ‘Invisible’ estaba detenido en la Cárcel de Cotopaxi, pagando una condena por tráfico de armas, cuando se cometió el asesinato.
Entre los teléfonos de ‘Invisible’ y de David C. se intercambiaron varios mensajes la tarde y noche del crimen. Carlos A, por ejemplo, escribió al sicario:
«Bien, brother. Cuando usted lo vea, le pega. Confío en usted. Hágale».
Luego del hecho, en cambio, en el teléfono de David C. se hallaron dos mensajes de audio, que habían sido borrados minutos después de su envío. La Fiscalía señala a Carlos A. cómo quien ordenó el asesinato de Villavicencio, desde el CRS Cotopaxi.
Pero, ¿cómo la Fiscalía asoció ese número extranjero con alias ‘Invisible’? La clave es un vídeo que Carlos A. había enviado la mañana del 9 de agosto de 2023 a David C.
En esas imágenes se observa una habitación con una cama, un hombre con un metal en su mano y otro hombre acostado. Tras el asesinato de Fernando Villavicencio, el 30 de agosto de 2023, la Policía hizo un operativo en la Cárcel de Latacunga. Y, tras una pericia de cotejamiento, se determinó que la habitación del video era una celda sin número del CRS Cotopaxi, que era habitad por Carlos A.
En ese lugar, además, se encontró un cepillo de dientes, una rasuradora y un peine. Estos objetos fueron sometidos a una prueba de perfilamiento genético. Esta prueba confirmó que esos utensilios habían sido utilizados por Carlos A.
Además, se determinó que el hombre que aparecía en el video con un metal en la cabeza es Luis P., otro detenido en la Cárcel de Latacunga. También, tras un pedido de información de la Fiscalía, WhatsApp informó que ese teléfono se había conectado a Internet a través de una dirección IP que fue provista por Mega Speed, compañía que certificó que el servicio había sido instalado en la etapa de máxima de seguridad del CRS Cotopaxi.
La planificación del asesinato a Fernando Villavicencio
Según la acusación de la Fiscalía, la planificación del crimen de Villavicencio estuvo a cargo de Los Lobos, a través de dos de sus cabecillas: Carlos A., alias ‘Invisible’, y Laura C., alias ‘Flaca’. ‘Flaca’ es señalada como quien preparó la logística del crimen, gestionando y entregando a los sicarios armas, municiones, camisetas, gorras, motos y vehículos.
Laura C. organizaba todo desde las calles
Además, Laura C. habría organizado varias reuniones previas. Una de estas ocurrió la noche del 8 de agosto, en una casa en el sector de la Ciudadela Ibarra, en el sur de Quito. En ese sitio se habrían reunido los sicarios y recibieron órdenes de Carlos A., quien se conectó por videollamada desde la cárcel.
Antes del asesinato, Laura C. ya era seguida por agentes antinarcóticos de la Policía, ya que era investigada por liderar una presunta red de micro tráfico de drogas, que respondía a Los Lobos.
Horas antes del crimen de Villavicencio, Laura C. fue detenida en el Valle de Los Chillos, a bordo de un vehículo robado que era manejado por Erick R., otro de los acusados.
En ese carro se encontraron camisetas alusivas a la campaña política de la víctima. Además, las cámaras de vigilancia de la zona del crimen, evidenciaron que ese mismo vehículo había sido observado la noche anterior recorriendo las inmediaciones del Colegio Anderson.
El vehículo en el que se movilizaba Laura C., conducido por Erick R., era custodiado por dos motocicletas. Pero que lograron huir.
Horas después, una de esas motos fue hallada abandonada cerca de la escena del asesinato. Una de esas motos era conducida por Víctor F., quien fue identificado por un testigo en las reuniones de planificación del crimen y es otro de los acusados.
Los dos acusados restantes son Alexandra Ch. y Óscar F., quienes habrían estado en el Colegio Anderson al momento del asesinato y se encargaron de vigilar y dar el aviso a los sicarios de cuando la víctima salió del lugar.
En el teléfono de Alexandra Ch., por ejemplo, se hallaron fotos de Fernando Villavicencio que habían sido descargadas horas antes del hecho. Y en el equipo también se determinó que la mujer hizo y recibió llamadas en los minutos cercanos al asesinato.