La comunidad Pulinguí, perteneciente a la parroquia San Andrés, es uno de los sectores del cantón Guano que se encuentra en constante crecimiento gracias al trabajo organizado, planificado y coordinado de sus pobladores. Y un ejemplo palpable de aquello es la Asociación de Mujeres Autónomas que, desde el año 1996, es muestra de perseverancia y esfuerzo. Artesanas tejen nuevas oportunidades.
En sus suelos linderos inicia la “ruta del hielero”, miles de leyendas y fantasías, todo bajo el majestuoso Chimborazo, el “Rey de los Andes”, y lo que inició como un una propuesta, ahora se va convirtiendo en una gran realidad para este grupo conformado por 83 artesanas, quienes se organizaron para dedicarse a la elaboración de prendas en lana de alpaca, borrego y llama, artesanías en paja y cabuya, la crianza de animales y la preparación de abono orgánico para sus cultivos.
Proyecto. En la actualidad cuentan con su sede social propia y un terreno para los trabajos de producción del abono. Se organizaron hace diez años aproximadamente, después vino un proyecto del exterior (TRIAS), y se inició con el proceso de capacitación en las áreas del tejido, así como también sobre la lombricultura, es decir procesan el abono que luego comercializan y con esos recursos pueden ayudar en la economía de cada uno de los hogares.
A saber. El trabajo es en equipo, hay grupos para cada etapa del proceso de elaboración de los artículos como bufandas, shigras, bolsos, gorros, guantes, suéteres, entre otros. Además se dedican a la cría de ganado lanar y llamas, trasquilar, lavado de lana, escarmenada, hilada, ovillada, tejido de prendas, exhibición y comercialización, todo un proceso demostrativo que cuando llegan grupos de turistas o medios de comunicación concluye con el cántico y baile de temas autóctonos, como agradecimiento a Dios, a la vida y a la producción.
Comienzo. América Guilcapi, presidenta de la asociación, mencionó que “al inicio tuvimos muchos inconvenientes con algunas compañeras y con los esposos, porque ellos solo querían que pasáramos en la casa lavando la ropa, limpiando ésta, haciendo la comida, pero, a pesar de eso nos hemos venido fortaleciendo y disfrutamos del derecho al trabajo”. Actualmente el desarrollo de artesanías y labores de horticultura son sus principales fortalezas, sus fuentes de ingreso que les permite la comercialización de las prendas de vestir en el Museo de la Ciudad y contactos coyunturales en varias áreas comerciales a nivel internacional, aprovechando la tecnología y plataformas para ofertar nuevos productos, principalmente las bufandas y suéteres. La capacitación permanente ha sido uno de los recursos que les ha permitido avanzar durante todos estos años y, así, encontrar nuevos campos para el emprendimiento en los que puedan entrar y presentar una propuesta propia y artesanal, dando mayor importancia a lo que se genera en el cantón. Los productos que elaboran son muy cotizados por los turistas nacionales e internacionales, por su variedad y gran calidad.