Vestidas de negro y con una mezcla de sentimientos, Silvana Andrade y Carmita Álvarez llegaron hasta el Comando de Policía del Distrito “Riobamba-Chambo” para recibir, oficialmente, los restos óseos de quien fue su padre y esposo: Guillermo Andrade, respectivamente. ¡Apareció muerto luego de 14 años!.
Ambas recuerdan que hace casi 14 años, específicamente en octubre del año 2007, fue la última vez que vieron con vida a su familiar, esto cuando el hombre se había dirigido desde Riobamba a unas tierras de su propiedad y, desde entonces, no se supo más de su paradero. Las mujeres indicaron que la búsqueda de Guillermo fue incesante, lo cual desencadenó en días angustiosos para la familia al no conocer sobre el paradero del adulto mayor.
Hallazgo. En diciembre del año 2019 se iniciaron las labores de búsqueda, según Santiago Pazmiño, fiscal de la provincia de Riobamba. “En esta fecha la familia pone formalmente la denuncia de desaparición en nuestra institución y, de inmediato, se articula el trabajo con la Policía Nacional para realizar la búsqueda de la persona desaparecida”, agregó.
Pero, no fue hasta febrero del año 2021 que la ardua labor del equipo de la Policía Nacional dio como resultado el hallazgo de una osamenta, la cual se encontraba en una zona de difícil acceso, en el sector conocido como Trigoloma, en el cantón Pallatanga. Según Fernanda Saigua, agente de la Dinased, la osamenta se encontraba en una posición de descanso, lo que presume una muerte natural, además esto se ratifica con los exámenes realizados a los restos, ya que no se hallaros muestras de violencia.
Sospecha. La principal hipótesis que se maneja en la investigación es que Andrade acudió hasta una zona montañosa y en este lugar habría tenido una descompensación en su salud, y al encontrarse solo no pudo recibir auxilio y falleció.
Su hija, Silvana Andrade, indicó que su progenitor, días antes de su desaparición, se encontraba con síntomas de depresión, ya que no podía trabajar sus tierras como lo hacía antes, además el lugar donde fue hallada su osamenta era una propiedad que la familia planeaba vender y no la frecuentaba.
“Realizamos un barrido minucioso de la zona, y eso nos permitió obtener resultados”, afirmó Edison Salazar, jefe de la Policía Nacional.
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