Un fatal accidente de tránsito en la curva de San Andrés se registró la noche de ayer. Fallecieron cuatro personas, tres hombres y una mujer, producto del choque de dos camiones de carga.
La Policía Nacional informó que en ese lugar se produjo un choque frontal y volcamiento debido a una presunta pérdida de carril. El incidente involucró a un vehículo marca Chevrolet, tipo plataforma, color blanco, con placas GBP-582, que cubría la ruta Guayaquil-Quito y transportaba cartón, y a otro vehículo tipo plataforma, marca Hino, de placas MAS-0012, color blanco, que recorría la ruta Latacunga-Guayaquil, transportando bloques.
Fallecidos: En el lugar fallecieron los cuatro ocupantes de los dos pesados vehículos, dos en cada uno de los automóviles afectados.
En el vehículo que se dirigía desde Guayaquil, perdieron la vida Luis Hernández Fernández y su esposa Cecilia Chimbolema, dejando en la orfandad a cuatro hijos, el mayor de 23 años y la menor de 13.
Se conoció que adquirieron el vehículo para el transporte del producto hace seis meses. Los fallecidos eran originarios del cantón Colta pero vivían desde hace años en Guayaquil. Los familiares acudieron al lugar del accidente y ayer estuvieron en el Cementerio General de Riobamba para retirar los cuerpos y llevarlos al Puerto Principal para darles sepultura cristiana.
Nadie imaginaba que Luis y Cecilia perderían la vida en la provincia donde nacieron; la familia planeaba visitar por unas horas la casa de la madre María Chimbolema y luego dirigirse a Guayaquil.
Otra terrible pérdida
Por otro lado, la desgracia también afectó a la familia de Stalin Viracocha, quien viajaba en el camión con destino a Guayaquil. Con 25 años, se había comprometido hace 3 semanas con su novia. Su madre Blanca y sus familiares lloraban desconsoladamente, destacando su calidad humana y preocupación por la salud de su madre.
“No es posible que te lleve en cuatro tablas”, expresaba la madre desesperada por la pérdida de su amado hijo, nacido en la comunidad de Boliche, parroquia Pastocalle, del cantón Latacunga. Sus restos fueron llevados allí para ser sepultados. “Ya no quiero vivir; hijo mío, ¿quién me va a contestar las llamadas, quién me va a comprar los medicamentos?”, mencionaba antes de que el cadáver saliera del anfiteatro.
De igual manera, el dolor llegó a la familia Lema Chacha, que perdió a Darwin, de 28 años, uno de sus hijos queridos, fallecido en el lamentable accidente mientras viajaba con su compañero Stanlin a Guayaquil, dejando en la orfandad a dos hijos menores y vivía en Machachi