A pesar de los cortes de luz el embalse Mazar pierde un metro diario ha registrado una preocupante caída en su nivel de agua
El embalse de Mazar, que abastece al Complejo Hidroeléctrico Paute, ha registrado una preocupante caída en su nivel de agua.
Desde el 4 de octubre de 2024, el agua del reservorio disminuye a un ritmo de casi un metro por día, lo que ha generado alertas sobre la sostenibilidad del suministro energético en Ecuador.
Reducción de cortes de luz y su impacto en embalse de Mazar
Desde el 4 de octubre de 2024, el gobierno de Daniel Noboa decidió reducir los cortes de luz de hasta 12 horas a solo cuatro horas diarias.
Este cambio ha tenido un efecto inmediato en el nivel del embalse de Mazar, que cayó a 2.119,9 metros sobre el nivel del mar (msnm) el 5 de octubre.
Al día siguiente, el nivel descendió a 2.118,8 msnm. Para el 8 de octubre, el nivel de agua en el embalse se ubicó en 2.114,3 msnm, una cifra alarmante.
El agua en Mazar debería estar a 2.153 msnm en los meses de octubre y noviembre, que son los más secos del año.
Sin embargo, el embalse está muy por debajo de ese nivel óptimo, lo que podría comprometer el funcionamiento del complejo hidroeléctrico que aporta una parte crucial de la energía del país.
Mazar, clave en la crisis energética de Ecuador
El Complejo Hidroeléctrico Paute es vital para la generación de energía eléctrica en Ecuador.
Está compuesto por las centrales hidroeléctricas Mazar, Paute-Molino y Sopladora, todas ubicadas entre las provincias de Cañar y Azuay.
Este complejo está diseñado en forma de cascada, por lo que cualquier afectación en el embalse de Mazar repercute en las demás centrales.
Según la Corporación Eléctrica de Ecuador (Celec), si el nivel de agua sigue cayendo al ritmo actual, en pocos días más, específicamente el 12 de octubre de 2024, se alcanzará el nivel crítico de 2.110 msnm.
En ese momento, una de las turbinas o unidades de la central hidroeléctrica Mazar tendría que salir de operación, afectando gravemente la capacidad de generación de energía en el país.
Apagones forzosos podrían regresar
A pesar de las advertencias del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) sobre la posibilidad de apagones forzosos debido a la baja disponibilidad de agua en los embalses, el gobierno ha mantenido su decisión de reducir los horarios de cortes de luz.
Esta situación ha generado preocupación, ya que el Complejo Hidroeléctrico Paute cubre hasta el 38% de la demanda nacional en épocas de lluvias, cuando opera a plena capacidad con 1.756 megavatios de potencia.
La reducción en el nivel del embalse de Mazar no solo afecta la producción de energía en esta central, sino también en Paute-Molino y Sopladora, que dependen del flujo de agua desde Mazar.
Si una de las turbinas de Mazar sale de operación, las otras dos plantas hidroeléctricas sufrirán una disminución en su capacidad de generación, lo que aumentaría la posibilidad de nuevos cortes de energía.
Consecuencias de los cortes de luz en Mazar
El gobierno ha tomado decisiones para mitigar la crisis energética, pero la falta de lluvias y la creciente demanda de energía han complicado la situación.
Los ciudadanos ya han experimentado largos cortes de luz en las últimas semanas, y aunque la reducción de los horarios de apagones ha sido un alivio temporal, los problemas de fondo persisten.
Si no se toman medidas urgentes para preservar el nivel de agua en el embalse de Mazar, el país podría enfrentar un escenario más crítico en las próximas semanas, con la posibilidad de un colapso parcial del sistema eléctrico y cortes de luz más severos.