A Mujer trans le rompieron brazos y piernas, la arrojaron al río viva
A una mujer trans en un grupo de hombres le rompieron los brazos y las piernas, luego la arrojaron al río cuando aún esta viva. Aquí el video.

A Sara Millerey no la mataron de un solo golpe. La destrozaron por partes. La hirieron primero en cuerpo y luego, con la saña de siglos acumulados, en dignidad.
Con los brazos y piernas fracturados, fue lanzada como despojo humano a la quebrada Playa Rica, en el municipio de Bello en Colombia.
Todavía estaba viva. Suplicaba. Se resistía al ahogo. A su alrededor, quienes grababan su agonía preferían el morbo antes que el rescate. El video circuló en redes, como si su sufrimiento también mereciera ser viral.
¿Quién era la mujer trans a la que le rompieron los brazos y la arrojaron a un río para que muriera?

Sara Millerey, tenía 32 años. Era una mujer trans conocida entre amigas y activistas como “la Millerey”, un nombre que llevaba con orgullo.
Su identidad, conquistada con años de lucha y memoria, le costó el rechazo de muchos, el abuso de algunos y, finalmente, la muerte a manos de cobardes que decidieron romperle los huesos antes de dejarla a merced de la corriente.
Sara fue encontrada el 4 de abril aún con signos vitales. La trasladaron al Hospital La María, donde falleció el 6 de abril.
En su cuerpo quedaron los rastros de una tortura que parece no tener fin para quienes se atreven a existir fuera de las normas impuestas.
El asesinato de Sara no es un caso aislado. Es parte de una secuencia. Una estadística que crece mientras el Estado apenas balbucea.
La Defensoría del Pueblo advirtió que en 2024 los ataques a personas trans aumentaron un 29,6%. Solo ese año, 26 personas trans fueron asesinadas. En lo que va del 2025, con la muerte de Sara, ya van 24.
La mayoría de estos crímenes ocurren a plena luz del día, en espacios públicos, frente a testigos. La impunidad no solo es institucional: es cultural.
Una sociedad indiferente, un Estado ausente
La alcaldía de Bello y la Gobernación de Antioquia ofrecieron una recompensa de $100 millones por información que conduzca a los responsables.
La Fiscalía investiga si se trata de un crimen de odio. Pero las cifras, los nombres y las velatones no resucitan a Sara.
El Ministerio de Igualdad exigió que se active la Mesa de Casos Urgentes y que este asesinato sea investigado con enfoque diferencial de género y derechos humanos.
Organizaciones como Caribe Afirmativo denuncian que las autoridades, en muchos casos, no solo fallan en proteger, sino también en reconocer el carácter sistemático de estos ataques.
Aquí el video.