¡A la cárcel por violencia!; “no callemos y aceptemos la realidad para, de esta manera, realizar un cambio y, sobre todo, recordar que tenemos un respaldo penal, ya que la violencia psicológica está normada en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) y podemos hacer uso si nos vemos afectados y denunciar al agresor”, enfatizó María Sol Peñaherrera, psicóloga clínica, a razón de que la violencia psicológica es un daño que se causa a cualquier persona sin la necesidad de tener un contacto físico, es decir, se agrede de manera verbal, lo que provoca una serie de afectaciones en las diversas esferas que nos desarrollamos cotidianamente.
“El agresor presenta comportamientos inadecuados que buscan ejercer manipulación para que la persona violentada sea sumisa, que no tenga autoconcepto, o sea la imagen que tenemos sobre nosotros mismos y generando un bajo autoestima, mientras que el agresor obtendrá más poder causando poca acción de defensa de la víctima”.
Suceso. “Muchas veces no se llega a sentencia en casos de violencia psicológica debido a que las partes llegan a acuerdos, y tomando en cuenta que es un ciclo de violencia que viven muchas mujeres, y son pocas personas que llegan hasta el final de los casos”, explicó George Sotomayor, fiscal del cantón Guano, añadiendo que la resolución del tribunal fue 6 meses de privación de libertad para Jaime T., además de un pago de una multa de dos salarios básicos unificados y una reparación integral de mil dólares. ¡A la cárcel por violencia!
“En un caso de violencia psicológica una de las pruebas madres y que determinan los procesos es la valoración emocional de la víctima, que es realizada por un psicólogo dictado por el Consejo de la Judicatura, y esta evaluación se llevó a cabo en la Unidad Judicial Multicompetente del cantón Guano, que empezó con una denuncia de violencia intrafamiliar, y luego del resultado que mostraba que la agredida tenía una afectación se continuó con la investigación.
A saber. “En 2017 ya se dio un proceso igual, pero las partes involucradas quisieron darse una oportunidad y accedieron a terapia psicológica; no obstante, actualmente el proceso siguió su curso para llegar a las resoluciones legales correspondientes. Se sabe que el agresor es una persona que consume bebidas alcohólicas y constantemente, a su conviviente, la mandaba sacando de la casa; también le habría escupido en su rostro en medio de una discusión… fueron varias pruebas las que se presentaron, porque la víctima incluso estaría siguiendo un proceso psiquiátrico.
Recomendaciones. “No se resuelve nada callando, es mejor poner un punto final, debemos recordar que nunca estamos solas ni solos, y que hay canales de apoyo que permitirán buscar soluciones y salir de todo tipo de violencia que afecta en el diario vivir”, culminó enfática Peñaherrera.