Durante 2024, la gobernabilidad del Municipio de Riobamba se vio envuelta en una serie de conflictos interno, estos son los más memorables.
La gestión del Municipio Riobamba durante este año estuvo marcada por enfrentamientos internos y una profunda crisis de liderazgo que impactó el desarrollo de la ciudad.
Los constantes roces entre el alcalde John Vinueza y varios concejales, sumados a denuncias ciudadanas y protestas, reflejan una gobernabilidad fracturada que ha puesto en peligro la confianza de los riobambeños en sus autoridades locales.
Protestas de taxistas y moratoria en cupos afuera del Municipio Riobamba
El 18 de septiembre, cientos de taxistas se congregaron fuera del Municipio para rechazar una ordenanza que pretendía incrementar los taxis rurales, denunciando saturación vehicular y presunta corrupción en la asignación de cupos.
Ante esta presión, el alcalde Vinueza implementó una moratoria de 10 años para frenar la expansión del servicio, una medida que fue calificada como necesaria por algunos, pero criticada por otros sectores dentro del Concejo Municipal.
Mercados madrugones y bloqueos en el Concejo del Municipio Riobamba
El 23 de octubre, el debate sobre los mercados madrugones en el Parque Industrial evidenció la polarización entre el alcalde y los concejales.
Comerciantes exigieron la regulación de estos espacios, denunciando supuestos cobros indebidos y falta de permisos.
Aunque el alcalde defendió los madrugones como una estrategia de reactivación económica, concejales como Carlos Aulla y Celso Rodríguez señalaron irregularidades en su manejo.
Solo un día después, el 24 de octubre, siete concejales abandonaron una sesión clave sobre la reestructuración municipal. Dejando sin quórum la propuesta del alcalde para modernizar la administración.
Vinueza acusó a los concejales de bloquear el desarrollo de la ciudad por intereses políticos, mientras estos defendieron su derecho a un debate más amplio.
Presunta violencia política y denuncias de corrupción
El 5 de noviembre, los conflictos tomaron un giro más delicado cuando siete concejales denunciaron violencia de género por parte de la administración municipal.
La vicealcaldesa Maritza Díaz y la concejal Micaela Lema acusaron al alcalde de comportamientos despectivos hacia sus roles políticos. Mientras Vinueza negó estas acusaciones y reiteró su compromiso con el diálogo.
Simultáneamente, la concejal Lema enfrentó una denuncia ante la Contraloría por el presunto uso indebido de un vehículo institucional durante sus vacaciones. Hecho que se encuentra bajo investigación.
Denuncias, ausencias y protesta simbólica en el Municipio Riobamba
El 4 de diciembre, una denuncia ciudadana sobre supuestas irregularidades en la donación de terrenos del Centro Forense San Pedro llevó a la formación de una Comisión de Mesa en el Concejo Municipal.
En paralelo, una sesión ordinaria no se llevó a cabo por la ausencia de los siete concejales opositores, generando críticas ciudadanas por su falta de compromiso con la ciudad.
El 11 de diciembre, Emma Londo, representante barrial, lideró una protesta simbólica durante una sesión del Concejo. Armada con ortiga y un látigo, expresó su descontento por la falta de armonía entre las autoridades y las constantes ausencias en las sesiones.
Su acción, aunque controversial, reflejó el agotamiento de los ciudadanos ante la falta de soluciones y unidad en el Municipio.
El año 2024 cierra para Riobamba con una gobernabilidad marcada por conflictos internos, bloqueos políticos y denuncias mutuas entre las autoridades.
Estas tensiones no solo han retrasado proyectos clave, sino que también han minado la confianza ciudadana en la capacidad de sus líderes para trabajar en conjunto por el progreso de la ciudad.
La situación exige un cambio urgente en la dinámica política para superar los intereses partidistas y enfocar los esfuerzos en soluciones que beneficien a todos los riobambeños.
El 2025 será un año crucial para recuperar la confianza y garantizar un desarrollo sostenible en la capital de Chimborazo.