La virginidad femenina es un tema que ha estado rodeado de mitos culturales, religiosos y sociales.

Según la médica y sexóloga Gladys Mera, la virginidad debe entenderse como parte del cuidado personal y la autoestima de la mujer, y no como una imposición social que refuerce el machismo.
“Si una mujer decide conservar su virginidad, debe hacerlo por sí misma, no por cumplir con expectativas sociales o religiosas”, señaló la especialista.
En la actualidad, las relaciones sexuales en jóvenes inician a edades cada vez más tempranas, motivadas muchas veces por la curiosidad y el deseo de experimentar.
La educación sexual integral se vuelve clave para guiar estas decisiones y fomentar una sexualidad responsable y consciente, alejada de tabúes o presiones sociales.
¿Qué significa realmente la virginidad?
La virginidad puede interpretarse desde diferentes enfoques: como castidad, abstinencia sexual o incluso como la ausencia de relaciones sexuales con penetración vaginal.
Sin embargo, desde el punto de vista anatomofisiológico, se ha reducido al estado del himen, una membrana flexible que puede romperse no solo durante las relaciones sexuales, sino también por otros factores.
Esta visión limitada ha contribuido a crear mitos sobre la virginidad, que siguen afectando la manera en que muchas personas perciben la sexualidad femenina.
El matrimonio y la sexualidad femenina en el siglo XXI
Hoy en día, son pocas las parejas que llegan vírgenes al matrimonio.
La sexóloga enfatiza que el matrimonio no garantiza estabilidad emocional ni sexual, y que las relaciones de pareja pueden atravesar crisis en el corto, mediano o largo plazo.
La clave está en fomentar una relación saludable basada en la comunicación, el respeto y la vivencia plena de la sexualidad en pareja.
Problemas como la eyaculación precoz o la frigidez femenina tienen tratamiento y no deben verse como impedimentos permanentes para una vida sexual satisfactoria.
Existen protocolos médicos y terapias sexuales que ayudan a mejorar el bienestar de la pareja y disfrutar de una sexualidad plena.
Sexualidad: más allá del coito
La sexualidad va más allá de las relaciones sexuales.
Se relaciona con el autoconocimiento, el autocuidado, la planificación familiar y la manera en que cada persona se vincula con su cuerpo y con los demás.
Una sexualidad saludable es clave para el bienestar físico, emocional y psicológico.