Un hombre con discapacidad visual pide ayuda para mantener a sus hijas. También está enfermo y debe ser operado de coágulos en el cerebelo
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Hombre con una discapacidad pide ayuda solidaria para mantener a sus hijas.
Hay historias que lastiman porque se escriben con lágrimas del alma. Letras que reflejan dolor que carcome las fibras más íntimas.
Casos como estos duele conocerlos y escribirlos, pero, abrigo la esperanza que concluyan con final feliz gracias a la Divina Providencia y la solidaridad humana.
De seguro, la mayoría de los riobambeños lo conoce, quizá no por su nombre, sino por haberlo visto alguna ocasión en el Centro Histórico.
Allí, junto a su inseparable acordeón, interpreta hermosas melodías y canta versos de esperanza, y una que otra de sufrimiento y nostalgia.
Hombre con discapacidad desde que nació

Se llama José Lutuala, tiene 48 años, aunque es más conocido por su nombre artístico de ‘Rafael Díaz’, a más que tiene una discapacidad visual del 84%.
Mi papá Dios me dio el talento de interpretar instrumentos de teclas: Órgano, acordeón, piano
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Es de Sigchos (Cotopaxi) y aprendió a tocar a los 8 años, cifra semejante a su número de hermanos.
Me crié en una escuela de monjitas, y un profesor también con discapacidad física me animó a tocar los instrumentos, y cuando le decía ¡No puedo! me aseguraba que ello me iba a servir en el futuro, y no se equivocó
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Así fue, a los 12 años empezó a tocar en un restaurante y luego en otro por un lapso de 7 años.
Y así transcurría su vida, hasta que a los 22 años se fue a vivir en Quito.
Años después regresó a su tierra, a Latacunga, y ahí conoció el amor, y todo iba bien, tuvieron una hija (que hoy tiene 19 años)… Hasta que….
A los 29 años tuve un accidente, me caí de una altura de 15 metros y tuve que estar en una silla de ruedas. Me pasé 8 meses sin avisar a nadie, con doble discapacidad
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Pero, en medio de ese sufrimiento, en el que imperaban las carencias económicas y las necesidades de medicina, Dios le envió un ángel…
Javier Lanas, entonces gerente de un banco en la ‘Tierra de León’, le encontró y le dijo:
Vos tienes un amigo. Era que me avises ni bien te caíste (…) No es muy tarde, tranquilo, no te preocupes, yo me hago cargo de todo (…) Si no te hago caminar, si papito Dios no te recupera, no soy yo (…) Tengo que hacerte caminar
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Tal cual, le ayudó con:
- Médicos
- Medicinas
- Alimentación
- En todo
Se endeudó para ello, pero, lo consiguió.
Lo operó en la ciudad de Salcedo un cirujano traumatólogo, que llegó del Hospital Vozandes de Quito.
Que Diosito le ayude y bendiga
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Pero, nada estaba escrito, aunque la obra divina, la experticia profesional y su férrea determinación operaron el milagro.
Mi Niñito de Sinche, de Pujilí, me curó
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Todo iba ‘viento en popa’, pero, el infortunio volvió a golpearlo…
Cuando estaba en rehabilitación mi pareja se fue con otra persona
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Un dolor grande se apoderó de su alma hasta que una llamada telefónica desde Riobamba cambió su vida…
‘¿Te acuerdas de mí, soy Maribel Verdugo? ¡Nos conocimos hace 15 años?’. Le dije cómo no, y dialogamos. ‘¿Cómo te va? ¿Te casaste? ¿Qué es de tu vida?’. Le dije del accidente y me dijo que sigue soltera. ‘¡Creo que Dios nos ha puesto en este camino, si quieres ven a Riobamba para dialogar y ver qué pasa!’. Y así fue, yo vine
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Se citaron en el parque Maldonado y juntaron sus soledades. Cuando conoció de la relación su suegro la avaló y, con el tiempo, dio su bendición.
Fueron a vivir juntos y procrearon 2 hijas:
- Adamaris (15)
- Samantita (8)
Samantita tuvo a los 3 años un soplo al corazón severo, pero, gracias a su Niñito de Isinche y a los galenos de la Clínica ‘Kennedy’ fue operada y lo superó.
Pide ayuda solidaria para cuidar a sus hijas

2 ocasiones le robaron su acordeón antes de la pandemia, y eso le hirió en el alma, aunque la solidaridad humana hizo que adquiera otros y siga luchando.
Su suegro era un gran soporte, pero, haciendo un trabajo en Guaranda tuvo un accidente y falleció, luego el dolor carcomió a su suegra, que le siguió al más allá.
Eso golpeó muy duro a Maribel, se enfermó de:
- Diabetes
- Hipertensión
- Tiroides
- Enfermedades catastróficas…
Hasta que el jueves 20 de febrero de 2025 no pudo más, y a los 40 años dejó a su amado José con sus 2 hijas, quien, desde ahí, perdió la inspiración.
Pero, él también está enfermo. En el encéfalo derecho tiene 4 coágulos de sangre, de los que se trata en el Hospital ‘Eugenio Espejo’, donde lo van a operar.
Y lo agobia la incertidumbre de qué va a pasar con sus hijas, por lo que clama la ayuda de la gente de buen corazón.
¿A dónde me voy a ir con mis hijas? Pido a las autoridades, instituciones o personas de buen corazón que por ahí tengan alguna casita para ir a cuidar, lo que sea, con mis hijas (…) Necesito emocionalmente ayuda, económicamente, en ropita para mis hijas y para mí, ya que no puedo salir, no tengo ánimos de coger el instrumento; para la comida
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Dijo que no están comiendo bien, sus hijas no quieren ir a la escuela ni al colegio.
Ahorita mi hija está durmiendo donde las tías, no quiere venir conmigo. Todo eso quisiera que me ayuden, yo no quiero perder el cariño de mi hija, la primera. La chiquita nomás está atrás mío
José Lutuala, discapacitado visual que pide ayuda
Puede contactarlo al celular 0983823004.
Termina la crónica. José me acompaña hasta la puerta, y yo tan solo espero haber transmitido su sentir para que alguien lo pueda ayudar…