Luis vende velas en la Loma de Quito para sobrevivir

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Historia de vida en el templo de la Loma de Quito de un vendedor de velas que reclama y pide ayuda con el bono al MIES

Historia de vida en el templo de la Loma de Quito de un vendedor de velas que reclama el bono al MIES
Historia de vida en el templo de la Loma de Quito de un vendedor de velas que reclama el bono al MIEShttp://laprensa.com.ec

La historia de vida de un vendedor de velas que le enviaron a morir en la casa, pero que logró salir de su enfermedad a base de la medicina ancestral.

Hace 13 años los médicos de una casa de salud estatal no lograron identificar la enfermedad que padecía Luis Caranqui. Le dijeron que se vaya a la casa, porque ya no tenía remedio, y porque se iba a morir.

Con las dolencias en su cuerpo y sin esperanza de vida regresó a su hogar, la mujer que le acompañaba se fue, sin embargo, no se dio por vencido.

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Aplicando el principio de que “si una vela se apaga otra se enciende”, Don Luis de 63 años de edad, y padre de 6 hijos, que ya tienen sus respectivos hogares.

La medicina ancestral lo salvó y ahora vende velas

Optó por someter a un tratamiento a través de la medicina ancestral y empezó a curarse, han pasado 13 años y sigue con vida, y lo que es más trabaja vendiendo velas para sobrevivir.

Recuerda que dos mujeres caritativas le recomendaron que vaya al Asilo de Ancianos que funcionaba en ese tiempo.

Ahí los médicos que le atendieron le indicaron que tenía mal los tendones y que no iba a morir, además precisaron que las pastillas y las inyecciones solo eran calmantes.

Le aseguraron que el remedio estaba en las hiervas medicinales.

Los hijos le pidieron que se vaya con ellos, pero no aceptó para evitar molestias en cada uno de sus respectivos hogares. Vive solo en un cuarto arrendado, da gracias a Dios y al dueño de la casa que le apoya para que siga trabajando y no le cueste mucho el arriendo.

Luis es una persona con discapacidad, porque no puede caminar, sin embargo, se da modos para trabajar en la venta de velas en la entrada al templo de la iglesia de la Loma de Quito.

Sale a vender desde las 6 de la mañana hasta que termine la última misa.

El hombre de 63 años recuerda que de joven laboraba tanto en la Sierra como en la Costa y eso le perjudicó a su salud.

Don Luis es amable con los clientes, a quienes vende las velas blancas y de otros colores según el pedido de los fieles que entran al templo a orar y a escuchar la Santa Misa.

Historia de vida de don Luis en templo de la Loma de Quito

Significa que don Luis vive de los fieles que visitan el templo para clamar y agradecer a Dios por los favores recibidos.

Da gracias a Dios por el trabajo que tiene, porque a pesar de su discapacidad puede trabajar en la venta de las velas, lo hará mientras pueda.

Asegura que siempre hay algo en qué trabajar porque nadie regala el dinero, es discapacitado y trabaja, la gente de buena voluntad le ayuda a movilizar la mercadería desde el lugar donde arrienda hasta el templo.

Pedido. “Soy discapacitado y no me dan el bono, me acerqué al MIES pero no se acuerdan de mj persona” sin embargo no pierde la esperanza.

“La mujer está con el hombre que tiene trabajo, pero cuando está enfermo, le dejan a un lado

Don Luis aspira que el MIES le ayude con el bono para poder subsistir en esta crisis.

Sin trabajo. Dicen que en el Ecuador no hay trabajo, pero si hay. Los jóvenes quieren algo fácil y como no encuentran se dedican a robar. El gobierno tiene que controlar y cerrar las fronteras.

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