El Real Madrid humilló al Mallorca y disputará el título de Supercopa de España con su tradicional rival el Barcelona.
El cuadro madrileño no tuvo problemas en la semifinal de la Supercopa de España y goleó al Mallorca.
El Real Madrid no dio margen a la sorpresa y sacó billete para la final de la Supercopa ante el Barcelona
después de doblegar por 3-0 a un Mallorca que apenas le hizo sombra y que se vio eclipsado por las acometidas de los delanteros blancos y su falta de pegada.
Bellingham y Rodrygo marcan para el Real Madrid
Los de Carlo Ancelotti cumplieron el guion de favoritos y con goles de Bellingham, Rodrygo y uno en propia puerta de Valjent, prolongaron su racha positiva de resultados
a costa del equipo bermellón, que suma un nuevo revés tras su eliminación en la Copa del Rey.
Sin sorpresas en los onces de ambos contendientes, el partido nació como se esperaba, con el Madrid luciendo artillería y el Mallorca agazapado para tapar agujeros.
En dos minutos, Mbappé, en conexión con Vinícius, ya había hecho dos incursiones, la segunda concluida con un remate franco de Lucas Vázquez excesivamente blando.
Con la presión alta, los de Ancelotti recuperaban rápido, por lo que a los defensores bermellones se les agolpó el trabajo.
Al fulgurante arranque del Madrid contribuyó el rugido del estadio, con los saudíes entregados, en especial cada vez que la tocaba Vinícius.
Como era de esperar, el primer chispazo con su defensor, Pablo Maffeo, con deudas pendientes, no tardó en llegar
lo que metió rápido en combustión al brasileño, con la respuesta posterior del argentino haciéndole callar.
Con apenas un cuarto de hora, el campeón de liga, sustentado en un omnipresente Bellingham
ya había acumulado más de media docena de ocasiones, en su mayoría con el sello de Mbappé, pero bien resueltas por el meta eslovaco Greif.
Al Mallorca, más preocupado de la retaguardia, le costaba desplegar su 4-4-2 y pasar del medio del campo
si bien Dani Rodríguez sacó tajada de un error de Mendy para colgársela a Larin que, para suerte del Madrid, la cabeceó torcida.