El dólar es la moneda de oficial del Ecuador desde el 2000 luego del feriado bancario, pero ¿aún sostiene la economía del país?
Ecuador cumple 25 años de la dolarización, un cambio radical que transformó su economía y se convirtió en un pilar fundamental para la estabilidad del país.
Aunque al principio generó incertidumbre, debido al Feriado Bancario con el tiempo demostró ser una solución sostenible frente a la crisis económica de finales del siglo XX.
Antecedentes de la dolarización en la economía del Ecuador
En el año 1999, la economía ecuatoriana se encontraba al borde del colapso. La inflación alcanzaba niveles alarmantes, con tasas de hasta el 125% anual, y las proyecciones indicaban que podría llegar al 1000%.
Frente a este panorama, el gobierno adoptó el dólar como moneda oficial. Según el economista Mauricio Rivera, docente de la Universidad Nacional de Chimborazo.
El cambio de moneda generó temor en la población. Las dudas sobre cómo funcionarían los precios, los créditos y los ahorros fueron generalizadas.
Rivera relata que en el proceso inicial “se tuvo que educar a la ciudadanía con manuales en español y quichua, así como mediante capacitaciones, para explicar los cambios que traería la dolarización”.
A pesar de estas acciones, la transición no estuvo exenta de problemas, como una inflación inicial provocada por el redondeo de precios.
La economía del Ecuador adoptar el dólar como moneda nacional
La dolarización trajo consigo la estabilidad que el país necesitaba. La inflación se redujo a menos del 5% anual, y las tasas de interés bajaron a rangos entre el 10% y el 15%, permitiendo a los ciudadanos y empresarios planificar a largo plazo.
El dólar también abrió la puerta a mercados internacionales, facilitando el acceso a bienes tecnológicos y ampliando las opciones de consumo.
Sin embargo, la dolarización no está exenta de desafíos. Uno de los principales es la pérdida de competitividad frente a países como Colombia o Perú, que pueden devaluar sus monedas para abaratar exportaciones.
¿Por qué desdolarizar al Ecuador sería un error?
Por otro lado, la rigidez fiscal que impone la dolarización limita al gobierno en términos de gasto público. Como no puede imprimir dinero, depende exclusivamente de los ingresos por impuestos y exportaciones, principalmente de petróleo.
A pesar de sus limitaciones, la dolarización sigue siendo altamente popular entre los ecuatorianos. Rivera enfatiza que:
El economista advierte que, aunque se han discutido propuestas de candidatos a la presidencia para regresar a una moneda nacional, esta decisión sería catastrófica para Ecuador.
A lo largo de estos 25 años, la dolarización se ha consolidado como un factor clave en la economía ecuatoriana.
Aunque enfrenta desafíos, su capacidad para estabilizar precios, regular las tasas de interés y generar confianza en los inversionistas la convierte en un modelo que, según Rivera, “ha permitido que Ecuador avance, incluso en medio de las adversidades globales”.