Arturo Lara
Editorialista
Tema: Ecuador necesita autoridades honestas
El clamor generalizado de la mayoría de ecuatorianos es que los ciudadanos que sean elegidos en las urnas, como autoridades provinciales y nacionales, el próximo mes de febrero del 2025, sean personas honestas, intachables, sinceras y con calidad moral suficiente para ejercer cargos públicos.
Pensando solo en el bien común y no en aprovecharse de su cargo burocrático jerárquico para sus intereses personales, partidistas o familiares, o para ejercer el tráfico de influencias.
Los ecuatorianos necesitamos ciudadanos honestos que se interesen únicamente en trabajar por todas las provincias y cantones de nuestro país, sin ataduras de dirigentes y movimientos políticos, sin influencias solapadas de banqueros, empresarios o grupos de poder que financian las campañas electorales para luego manejar a su antojo las riendas administrativas, económicas, técnicas y operativas de los distintos Ministerios de Estado, especialmente las áreas estratégicas.
Ciudadanos honestos no tienen la oportunidad en Ecuador
Es necesario que las autoridades se comprometan con el pueblo que las eligió, que vivan únicamente de su sueldo y que no esperen sacar provecho de su condición para vender su conciencia o someterse a los caprichos de quienes detentan el poder económico y político.
No deben dejarse influenciar para aumentar sus cuentas de ahorro, su patrimonio familiar o para obtener dinero fácil.
Claro que sí existen ciudadanos honestos, pero por la falta de oportunidades y recursos económicos para optar por alguna candidatura, no pueden cumplir sus anhelos.
Mientras los dueños y amos de los partidos y movimientos políticos manejen a su antojo las agrupaciones partidistas y las conciencias de sus militantes, difícilmente serán tomados en cuenta jóvenes profesionales con nuevas ideas, mentes sanas y buenas intenciones.
Mientras los “eternos” dirigentes políticos y sus familiares sigan lucrando de la politiquería y se consideren los únicos “iluminados” para ser candidatos, muchos ciudadanos con visión progresista, buen corazón y deseos de cambiar el estado actual de corrupción, acuerdos bajo la mesa, componendas y engaños no tendrán oportunidad de acceder a una dignidad de elección popular.