Según la Defensoría del Pueblo, en Chimborazo se han registrado 4 casos de entidades públicas que usaron imágenes de niños.
El 12 de noviembre, durante el programa de la Palanketa de Diario La Prensa, se reveló que en Chimborazo se dieron cuatro casos de vulneracón de derechos han generado preocupación entre defensores de derechos humanos.
Se trata del uso indebido de imágenes de niños y niñas en redes sociales y campañas sin el debido respeto a su integridad y seguridad.
Las situaciones documentadas por la Defensoría del Pueblo reflejan la necesidad de reforzar las políticas de protección infantil en todos los espacios.
Mónica Bonilla Rivera, delegada provincial de la Defensoría del Pueblo y activista de derechos humanos con más de 40 años de experiencia, enfatizó que la protección de los niños debe ser una prioridad absoluta.
No se trata de un capricho institucional. Es un mandato nacional e internacional que obliga a todos a proteger la imagen de los niños.
Mónica Bonilla, directora de la Defensoría del Pueblo en Chimborazo.
Procesos por el uso de imágenes de niños
La Defensoría ha iniciado cuatro procesos formales contra autoridades que han usado las imágenes de menores de edad sin autorización o bajo prácticas consideradas peligrosas para su bienestar.
Aunque los nombres de los infractores no se han revelado por respeto al proceso, se ha evidenciado una aceptación de la falta cometida y el compromiso de corregir estas acciones.
«Es importante que las autoridades entiendan que la imagen de los niños no debe ser utilizada para ningún tipo de exposición pública”, reiteró Bonilla.
Además, la Defensoría ha instado a que las instituciones involucradas reciban capacitación adecuada para evitar la repetición de estas infracciones. «Necesitamos una sociedad que respete los derechos de los niños desde el hogar hasta la esfera pública», afirmó la delegada.
¿Por qué no se puede usar las imágenes de niños en campañas?
El uso indebido de imágenes se agrava en contextos donde se exponen a menores a situaciones de riesgo, como eventos taurinos o concursos de belleza.
Bonilla destacó que, desde 2018, se ha trabajado para impedir la entrada de niños a espectáculos que atenten contra su integridad, y se ha logrado una sentencia que las autoridades deben cumplir.
Sin embargo, el desafío persiste. “No es justo que los niños sean expuestos a ambientes donde se consuma alcohol o se promuevan actos violentos”, sentenció.
La reflexión va más allá de lo jurídico. Bonilla subrayó que es crucial un cambio cultural que desnaturalice la violencia y la cosificación infantil.
Desde concursos de belleza hasta actividades aparentemente inofensivas, el impacto psicológico y social sobre los niños puede ser profundo. «No se puede permitir que la apariencia física sea un criterio que defina la valía o los derechos de nuestros niños«, advirtió.
Estos casos han encendido la alarma, pero también han abierto el espacio para la educación y sensibilización.
La Defensoría del Pueblo de Chimborazo continuará trabajando para asegurar que los derechos de los niños sean respetados y que las autoridades cumplan con su deber de protegerlos.
No solo se trata de evitar sanciones. Se trata de garantizar que los niños crezcan en un entorno seguro, sin ser objeto de exposición o violencia«, concluyó Bonilla.
La lucha por proteger a los más vulnerables continúa, y el llamado es claro: respetar y promover los derechos de los niños es responsabilidad de todos.
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