Un niño de 13 años muere atropellado, mientras su primita lucha por sobrevivir. Fueron impactados por un automotor en El Shuyo
Niño muere atropellado en El Shuyo, su primita lucha por sobrevivir en una casa de asistencia en salud privada.
Anderson David Morocho Pilco, a sus 13 años de edad, cursaba el noveno año ‘C’ en la Unidad Educativa ‘Leonidas García Ortiz’.
Así lo recuerda Marcelo Lara, su consternado tutor, quien no daba crédito a lo que veía y escuchaba.
En su rostro era notorio el dolor, lo hizo propio, mientras nudos se formaban en su garganta y los ojos asemejaban fuentes cristalinas.
Niño muere atropellado
Y es que es difícil de creer que una vida floreciente se apague de súbito un domingo 10 de noviembre de 2024 que, junto a su primita, salió a visitar a sus abuelitos.
El menor vivía en Puctús, y se trasladó a El Shuyo a visitar a sus queridos -hoy destrozados- abuelitos, y al emprender camino de retorno fue ‘tocado’ por la infalible muerte en la vía.
Así lo indicó el sargento primero Néstor Guachi Olivares, de la Jefatura de Accidentología Vial (SIAT), que tomó procedimiento en el siniestro ocurrido en la vía El Shuyo – Yaruquíes.
Ante la gravedad de las heridas, Anderson David Morocho Pilco fue transportado por los paramédicos a una casa asistencial; pero, estaban comprometidos órganos vitales, por lo que, perdió la vida en la vía.
¿La causa de muerte? Hemorragia cerebral.
Primita lucha por sobrevivir
Por otra parte, se conoció que su querida prima, Yulexi Agualsaca Morocho, está gravemente herida, siendo atendida en una casona asistencial privada con pronóstico reservado.
La aspiración general es que
Los vehículos involucrados son una motocicleta (que se encontraba en el lugar de los hechos) y un automotor tipo Jeep.
El sargento primero Néstor Guachi Olivares agregó que se realizó el procedimiento correspondiente:
- Levantamiento de huellas
- levantamiento de indicios
- Levantamiento de vestigios técnicos
¿Para qué? Con la finalidad de determinar qué pasó antes, durante y después del siniestro vial.
Mientras, en una amorosa madre se instaló un dolor sin fin, toda vez que sintió como se le rompió el corazón en mil pedazos