Una madre y su hijo encontraron la muerte a pocos metros de su casa. Su otro hijo está hospitalizado y su esposo detenido, tras accidente
Madre e hijo encontraron la muerte a pocos metros de su casa, en Tuntatacto.
Pocas veces he sentido desgarrado mi corazón, y esta fue una de ellas.
En verdad lo digo: esta vivencia la hice propia, y como tal se las escribo con lágrimas del alma…
Madre e hijo encontraron la muerte
Oscilaban entre las 19:15 h y las 19:30 h del martes 15 de octubre de 2024, y a escasos 300-400 metros de su hogar, en su natal Tuntatacto, una familia miró a los ojos a la tragedia y a la muerte. ¡Qué devastador!
En un sector en el que el peligro de por sí es consustancial, la noche y la velocidad conspiraron para que la muerte agregue 2 nuevos nombres a su gran libreta.
Holger Guamán y su esposa María Vargas, junto a sus amados hijos Erick y Milan, retornaban a su casa para gozar de un merecido descanso tras sus actividades diarias.
Pero, en su destino estaba escrito otro final para ese capítulo:
¡Su vehículo fue golpeado de manera tan violenta que motivó que los pequeños salgan despedidos del mismo y que la madre reciba un impacto seco, toda vez que el carro blanco de su propiedad se fue contra la baranda.
Y ello, como no podía ser de otra manera, trajo consecuencias irreparables:
- María y su amado Erick viajaron juntos a la eternidad
- El ‘peque’ Milan y su padre registraron golpes varios, con mayor afectación para el primero
De inmediato… lo que se estila en estos casos:
- Fiscal de turno
- SIAT
- Medicina Legal
- Cuerpo de Bomberos de Guano
Todos tomaron parte activa en el procedimiento.
En la casa vive una familia destrozada
Pero, el drama familiar recién estaba a punto de instalarse, así como el llanto eterno comenzó a formarse cual cascada infinita tras enterarse de la mala nueva…
Ya era miércoles, la noticia debía tener seguimiento y me trasladé a Tuntatacto, jurisdicción de la parroquia San Andrés, cantón Guano.
Eran las 11:00 h, y en el territorio todos sabían del infausto.
Me contaron lo acontecido, señalaron el lugar y me pidieron que publique el convivir con el peligro que profesan día a día.
Con mucho temor crucé la vía, pasé por el sitio del siniestro, vi a todo lado y, en verdad, entendí el clamor.
Caminé los metros que no pudo hacerlo la familia, y en el sector La Loma una desesperada mujer, bañada en llanto, salió a mi encuentro.
Era ‘Mamita Nati’, madre de Holger y abuelita de Erick. No enlazamos en un interminable abrazo. Traté de consolarla y lo logré, pero por contados segundos.
Conversamos del dolor que le carcome y me invitó a pasar a su hogar, quizá humilde al ojo material, pero rico en valores y sentimientos.
Me recibieron como uno de los suyos y mi ser correspondió con sentidas y vivas decenas de lágrimas.
Un ángel bello
Me puse mal, pero la Divina Providencia me envió un bello ángel para retomar la misión.
Tiene por nombre Génesis Sarahí Guamán Fares, así como 8 años y es prima de Erick y Milan, quien con su belleza y encanto me robó una sonrisa.
Así me contó, lloró… y yo también.
Nos fundimos en un fuerte abrazo y le compré un helado, de naranja, el que más le gusta. Y pese a estar en tierra de dolor nos olvidamos de lo que pasaba por un medible instante.
Pocos minutos pasaron y llegó un camioncito con los implementos para levantar la capilla ardiente.
¡Había que meter mano! En unas apoyé y en otras creo que fui un estorbo, pero el corazón me ordenaba seguir.
Génesis no se despegó de mi lado, y entre mandado y mandado me contaba alguna vivencia… Empezó a robarme el corazón.
Mientras levantábamos las carpas me dijo que le encantan los pancitos que venden junto a su casa y que estudia en la UE ‘José María Román’ de Riobamba, en quinto año, mientras ‘Mamita Nati’ lamentó su malaya suerte.
Cadáveres de madre e hijo llegaron por última vez
Una llamada a Victoria Pilco Fares, prima de Holger, avisó que la familia retiró los cadáveres del Anfiteatro tras las autopsias y que inició el retorno a su tierra natal.
Había que actuar rápido, poner todo a punto para darles su último adiós.
Mi ángel tomó con una mano parte de la carpa y con otro no soltó su helado.
Me dijo, y sonreí.
La capilla ardiente tomó cuerpo y a las 12:02 h un grito nos puso en alerta a todos:
Salí corriendo y vi una camioneta con los féretros.
Tomé el celular y comencé a fotografiar y a grabar el ingreso de los féretros por última vez a su hogar.
Génesis se olvidó de mí, fue de las primeras en ingresar.
Gritos desgarradores y el llanto no se hicieron esperar. Preferí esperar un momento afuera.
La vi que se pudo junto al féretro de Erick, lloró desconsolada, y como estuviéramos conectados se dio la vuelta buscándome… abracé mi pecho y le hice saber que su dolor era mío.
Ingresé. La abracé. Le pedí que sea fuerte. Me lo prometió. Besé su cabecita y le dije que nunca la olvidaré, a más que antes de irme le brindaría otro helado.
Me acerqué a ‘Mamita Nati’. Nos abrazamos y le pedí que sea fuerte, que Milan, Génesis y ‘los más peques’ de la casa la necesitan. Me besó e hice lo propio en su mejilla. Otra vez lloré.
Me persigné y salí. Corrí a la tienda y compré el helado de naranja y alguito más.
Busqué a mi bello ángel y se los di.
Le pedí que no me olvidé, pues yo no lo haré de ella.
Nos abrazamos y hasta ahora lo siento, esperando que su corazoncito -y el de la familia- supere tan duro e inimaginable momento. ¡Así sea, de todo corazón!