Embalse Mazar se encuentra al límite por la falta de lluvías e intervención, el Gobierno toma medidas radicales con los cortes de luz
El embalse Mazar, crucial para el sistema eléctrico de Ecuador, ha alcanzado niveles críticos debido a la falta de lluvias.
Este embalse abastece a tres hidroeléctricas: Mazar, Paute-Molino y Sopladora, las cuales aportan gran parte de la electricidad del país.
Crisis eléctrica en Ecuador por falta de lluvías e intervención
A las 11:00 del 10 de octubre de 2024, el nivel del embalse Mazar estaba en 2.112,8 metros sobre el nivel del mar (msnm).
Esta cifra es crítica, ya que está cerca del nivel mínimo operativo de 2.110 msnm.
Si el nivel continúa bajando, se verá afectada la operación de la hidroeléctrica Mazar, que aporta 170 megavatios de energía.
La falta de lluvias ha afectado directamente la capacidad de generación de las hidroeléctricas.
Las proyecciones de lluvias no son alentadoras para la región, lo que podría agravar la crisis energética que ya enfrenta el país con apagones prolongados.
A demás de la falta de intervención de las hidroeléctricas por parte del gobierno.
Impacto en las hidroeléctricas Paute-Molino y Sopladora
El descenso en los niveles del embalse Mazar también afecta al embalse Amaluza, ubicado aguas abajo.
Este embalse es esencial para las hidroeléctricas Paute-Molino y Sopladora, que generan 1.100 y 486 megavatios, respectivamente.
El 10 de octubre de 2024, el nivel del embalse Amaluza era de 1.980,2 msnm, apenas dos metros por encima de su nivel mínimo de operación.
Si los niveles de agua continúan descendiendo, estas plantas hidroeléctricas podrían reducir su producción o incluso detenerse, lo que agravaría la crisis eléctrica en el país.
Reservas de agua en el embalse Mazar
El embalse Mazar, con 31 kilómetros de extensión, es el segundo más grande del país, después de Daule Peripa.
Este embalse fue inaugurado en 2016 durante el gobierno de Rafael Correa y ha sido clave para aumentar la reserva de agua en épocas de sequía, prolongando la disponibilidad de agua para la generación eléctrica hasta 45 días.
Sin embargo, para recuperar sus niveles óptimos, se necesitarían entre 10 y 15 días de lluvias torrenciales, las cuales no se han registrado en los últimos meses.
La situación sigue siendo crítica para el sector energético de Ecuador.