El testimonio de Michael Hernández, revela presiones por parte de la defensa del Prefecto de Chimborazo, quienes ya habrían pagado $30 mil al juez Guillermo A.C.
El testimonio del exdirector nacional de la Escuela de la Función Judicial del Consejo de la Judicatura, Michael Hernández, reveló cómo se manejo la defensa del Prefecto de Chimborazo, Hermel Tayupanda en el caso de violencia política de género interpuesta por la viceprefecta Mónica Loza.
Hernández jugó un papel fundamental donde, según él, enfrentó presiones para manipular una audiencia que terminó con la ratificación de la inocencia del prefecto.
Presiones en la defensa del prefecto de Chimborazo
Según el testimonio de Hernández, se le presionaba para alterar el curso de la audiencia, ya que los involucrados sentían que la sesión estaba “muy pasiva”.
Sebastián L. M. exigía que la audiencia fuera más «altercada», lo que provocó inconvenientes entre ambos. Hernández expresó:
Al final de la audiencia, el asesor del prefecto comentó que no fue una sesión satisfactoria, ya que preferían un tono más combativo.
Además, Hernández mencionó que “ya entregaron 30.000 dólares al juez Guillermo A. C.”, y citó una reunión previa en Riobamba, donde se habrían discutido estos pagos.
Pocos días después, el Prefecto fue declarado inocente.
Michael Hernández y su relación con Cristian Romero
El testigo relató que lo conoció a Cristian Romero en 2018, por temas académicos. Especificó que fue en una conferencia y que Romero le invitó a formar parte de un buffet de abogados.
El testigo se entregó a las autoridades
En otra parte de su testimonio, Hernández relató que el juez Felipe Córdova lo contactó antes del testimonio de Alex Palacios, quien estaba vinculado en el caso de Obstrucción de la Justicia.
Córdova le preguntó si conocía a Hugo L., un antiguo alumno de una maestría virtual que dirigió Hernández.
Aunque no lo recordaba debido al formato virtual de las clases, Córdova le advirtió que Hugo L. lo mencionaría en su testimonio anticipado, y que Daniel Salcedo sentenciado en el caso Metástasis, también lo implicaría.
Ante la posibilidad de ser implicado en casos de corrupción, Hernández entró en pánico.
A pesar del consejo de Córdova de no solicitar una versión voluntaria para evitar ser procesado, Hernández insistió en aclarar su situación.
Sin embargo, no logró fijar día y hora para presentar su versión, ya que fue vinculado al caso Plaga.
Hernández afirmó haber tenido más de siete reuniones con Felipe Córdova, quien se mostró «bastante preocupado por todo».
En paralelo, habló con Iván Saquicela, quien trató de calmarlo, aunque las menciones constantes de su nombre en el contexto judicial continuaban preocupándolo.
Finalmente, la presión y el temor lo llevaron a entregarse a las autoridades.