En la vela, un guamoteño de 62 años ve los males del cuerpo y del alma. Heredó el don de su abuelita, y lo descubrió a los 10 años
A través de la vela ve los males del cuerpo y del alma. Se llama Ramón Ayol, y es poseedor de una herencia ancestral.
En el caminar por el mundo ancestral, oculto, shamánico, esotérico, de los yachac’s… me encontré con una persona muy respetada en la materia.
Un maestro que se presenta amable, sin poses y, sobre todo, con seguridad en su presencia, en lo que habla, en lo que proyecta: es Ramón Ayol Tambo.
Más me demoré en contactarlo vía telefónica que este hombre, de 62 años, en hacerme pasar a su consultorio.
Allí, antes de nada, me dice que no es charlatán, y muestra 2 carnés (de la Conaie y del Ministerio de Salud) que lo avalan yachac’s.
Así, este padre de 9 hijos, en 5 compromisos matrimoniales, me habló de la lectura de la vela para detectar los males del cuerpo y el alma.
Vela ve todos los males
Introduciéndome en la materia, para ciertos expertos el “comportamiento de las velas”, cuando se consumen, materializa mensajes espirituales y hasta energéticos.
Una llama alta y brillante simboliza energía positiva y éxito, mientras que una vacilante da cuenta de posibles obstáculos o inestabilidad emocional en la vida.
Y ahí es cuando Ramón Ayol me comparte sus saberes.
Lleva 30 años en Riobamba y se confiesa yachac’s, así como católico profesante.
Unas lágrimas ruedan por sus mejillas al recordar a quien fue su madre, maestra, amiga, su todo: su abuelita.
A los 5 años ya sabía “limpiarse”, pero a los 6 la mujer que le prodigó todo su amor y saber partió de este mundo.
El hombre sonríe y se recompone.
Ayuda a los problemas del cuerpo y del alma
Afirma que viene dando salud y vida a las personas desde los 5 años, de ahí se quedó hasta los 18 a 20 años, comenzando a ejercer solo.
¿Qué se ve en la vela? Se ve la enfermedad que se sufre.
¿Cómo funciona la vela? Cuando está prendida la vela se ve clarito con el tercer ojo.
¿Tercer ojo?, ¿Qué es? Es la ciencia oculta que tenemos en la frente, eso ve todo lo que está pasando contigo.
Vi la vela y una llama, nada más, pero Ramón me cuenta de la última paciente:
¿Se puede ver lo malo? Sí, las enfermedades que no han podido médicos y curanderos, y gracias a Dios él ha podido curar.
En lo que no puede no se compromete, y más bien les ha dicho: ‘estás cerca de abrir la puerta del cementerio’, así de tajante.
¿Se puede ver el futuro?
Trabaja con Dios, y Él le ayuda
¿Vive bien, duerme bien? Sí, porque no trabaja con magia negra ni magia blanca. Sí las sabe, pero no trabajo con eso, sino con el poder de Dios, nada más.
¿Lo visitan desesperados?
¿Los puede volver a unir? Sí, pero antes de la separación, luego ya es muy difícil.
¿Qué dice la vela? Sonríe. Prendida la vela no se ve nada, concentrado con el tercer ojo le digo hasta cómo y cuando empezó todo, afirma.
¿Alguien le ha reclamado? Nadie, y desde guambrito.
¿Existe la brujería?
¿Se hace maldad en Riobamba? Esos que manejan cartas trabajan en esas vainas, hacen esa maldita sea, pues aprenden más lo malo que lo bueno.
¿Es su negocio?
¿Se cree mucho aquí? Sí, por eso vienen de otros lados a Riobamba o a Guamote. Aquí hay en cada cuadra, media cuadra, hay mujercitas que andan jalando de calle a calle
¿Lo buscan por brujería? En el año vendrán unos 4 o 5 hecho brujería, pero más vienen por enfermedades.
¿Cura la brujería? Yo sí.
¿Tienen muchos este conocimiento?
Estrecho su mano, agradezco su tiempo, apertura y cortesía, no sin antes hacerle la última observación…
Su habitación tiene muchos cuadros de Dios y la Virgen…
Ese es Ramón Ayol, un hijo de Dios y elegido que heredó la sabiduría ancestral.
A Ramón Ayol Tambo lo ubica en la calle Juan de Velasco 20-23, entre Guayaquil y Olmedo (ahí vive), o contactarlo a los teléfonos: 0997286818 o 0978939113, a toda hora y día.