Empleados del proyecto barrido territorial en el “Territorio de Intervención 3” de la Empresa Pública (EP-Espoch), que suscribió el contrato con la Unidad de Registro Social, piden se cancelen los salarios. El incumplimiento de contrato, desvinculación del proyecto sin previo aviso, falta de pagos, entre otras, serían algunas de las “anomalías” que estaría enfrentando un grupo de ciudadanos que prestó sus servicios desde hace varias semanas.
Situación. Alrededor de 300 personas forman parte de este proyecto, que consiste en la actualización y levantamiento de información para el Registro Social, el cual se encarga de mantener el catastro social del Ecuador, es decir, hacer un barrido para determinar los sectores y personas más vulnerables con múltiples necesidades.
En este caso, personal que se desempeñaba como promotor, realizaba la socialización en campo de las fechas en la que los encuestadores ingresarían a levantar la información de la situación socioeconómica y demográfica.
Para saber. Con fecha 07 de febrero la EP-Espoch suscribió el contrato con la Unidad de Registro Social para prestar los servicios de no consultoría para la actualización de información, el cual tendría una duración de seis meses desde la fecha de suscripción, es decir, hasta el 17 de agosto de 2020. Sin embargo, Fausto Moncayo, uno de los afectados, puntualizó que fueron desvinculados de los grupos de trabajo.
“Nos llevamos la sorpresa de que en los grupos de trabajo fuimos sacados, es decir, eliminados de los chats. Hoy venimos hasta acá para conocer cuál es el motivo por el cual hemos sido desvinculados sin previa notificación. Tenemos un contrato con la EP-Espoch en la que se nos dijo que se nos va hacer cancelados nuestros haberes cada semana en la que se trabaja por fases; actualmente nosotros tenemos culminadas 4”, acotó.
Por tal razón, varios ciudadanos se citaron en las afueras de las oficinas de la entidad para exigir sus derechos. “Venimos porque queremos tener respuestas del porqué de nuestro despido; nunca se notificó por escrito. Ahora no nos quieren ni atender”, dijo Heredia, otro ciudadano desvinculado.