En Ecuador la derecha parecían ser el escenario ‘sine qua non’, en donde germinaban el nacismo de ultra derecha o el fascismo.
Después de la crisis financiera mundial del 2008 y con la tragedia humanitaria de cientos de miles de desplazados que han escapado de los gobiernos convulsionados de herencia oriental como Siria y Libia.
Se ha abierto una peligrosa brecha en las democracias liberales occidentales, para que los políticos nacionalistas usen el miedo y sentimientos xenófobos como herramientas electorales para irrumpir de nuevo en Europa y Estados Unidos.
Estas naciones tienen ciclos contrarios a los latinoamericanos. Mientras en Latinoamérica parece ser que los ciclos populistas se vienen cerrando, en estos países desarrollados occidentales al norte del planeta, parece que recién empieza la apertura al populismo.
En Europa han florecido ambas formas de populismo nacionalista, aquel que usa el discurso de izquierda como en el caso de PODEMOS en España, o el otro que prefiere la retórica de derecha como el UKIP (Partido de la Independencia del Reino Unido) en Gran Bretaña o el Frente Nacional en Francia.
Estas fuerzas, aparentemente antagónicas, en realidad entran en una especie de simbiosis en donde la una necesita de la otra para seguir subsistiendo, pues presentan a los extremos como las únicas soluciones aparentes, buscando desplazar a las tendencias de centro como las democracias cristianas, los liberalismos moderados o las socialdemocracias.
Ante el auge de estos nacionalismos, la respuesta está en profundizar los procesos democráticos, afianzando el sistema republicano representativo e impulsando la posibilidad de nuevas formas como la democracia participativa, que promueve la participación de la sociedad en política, al sentirse realmente parte de los procesos políticos, que no solamente se ejerce cada cuatro años con el voto, sino que se nutre con la acción política responsable que encamina el destino de las naciones y conmina a los políticos a pensar no solamente en las próximas elecciones sino por sobre todo en las siguientes generaciones.