María Magdalena Navarrete Sánchez, recuerda con amor y nostalgia a su esposo, quien murió en accidente politécnico hace 10 años.
María Magdalena Navarrete Sánchez aún no asimila lo acontecido.
Las lágrimas desbordan al recordar ese fatídico día, y más al hablar de su esposo, Ivo Veloz.
Cuenta que se salvó por obra divina, pues, era de acompañarlo junto a su hijo. Ese 11 de mayo estaba en el restaurante Bonny’s festejando el Día de la Madre y en la despedida de su madre, que viajaba a Estados Unidos.
Pero una noticia en medio de la celebración alteró su calma, si bien no sabía lo que en verdad pasaba, su corazón fiel le hacía presagiar otra cosa.
Su hijo le habló de un accidente de no tanta gravedad, pero quiso salir de dudas y llamó a los Bomberos, quienes le alertaron de algo más grave.
Las lágrimas empiezan a fluir. Se trasladó al Hospital del IESS, y el corazón empezó a latirle muy fuerte.
Ivo Veloz al momento de ser rescatado del lugar en el que se encontró al autobús de Transportes Químiag. Estaba consciente y pedía ver a sus familiares.
Los rescatistas hacían lo que estaba a su alcance, los accidentados peleaban por su vida. Nadie lo podía creer, era tan devastadora la escena que a muchos se les salían las lágrimas incontenibles
Nadie lo podía creer: luces que recién alcanzaban su pleno brillo fueron apagadas por la tragedia. De ello ya han pasado diez, y aún la injusticia sigue reinando.