La obra del Parque La Libertad sigue en espera. La contratación de la obra fue bajo la figura de mantenimiento y no de remodelación.
En este momento, la obra sigue suspendida. Además, esperan que los planos del rediseño propuesto por el alcalde John Vinueza tengan aprobación.
El contratista de la obra, Carlos Ureña, explicó que el parque La Libertad es parte de un mismo contrato de intervención de otros 2 parques que ya finalizaron la intervención. Sin embargo, aún deben entregar el parque La Libertad de Riobamba para que exista un entrega oficial de la obra.
¿Qué pasa con el diseño de la obra?
Tanto la molestia ciudadana por la inseguridad, como la iniciativa del alcalde de cambiar el diseño del parque son aspectos centrales de este tema. El contratista Ureña ganó el proceso de contratación bajo un diseño específico que se debía realizar, pero en la administración anterior no se consideró el sistema eléctrico para la iluminación del parque.
Esta sería otra razón por la que se está realizando un rediseño de la obra. Sin embargo, se sabe que el diseño por el que ganó el contratista Ureña se originó en una consultoría realizada entre los años 2016 y 2017, que le costó cerca de 60,000 dólares a la ciudad, y dio como resultado el diseño con el que se está interviniendo en el parque La Libertad.
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El rediseño sería el problema
No obstante, la preocupación del contratista también se centra en el papeleo necesario para justificar ante el órgano de control, que en este caso es la Contraloría, el por qué de la modificación del proyecto que se está realizando, así como los montos que se utilizarán para llevar a cabo el trabajo.
¿Qué implica el diseño propuesto?
El diseño contempla el evidente retiro de las verjas y del muro que las sostenía, así como la incorporación de ocho accesos, uno en la calle Benalcázar, otro en la Alvarado y dos en cada esquina por la calle Veloz, además de dos más en las esquinas de la calle Primera Constituyente y las dos puertas de ingreso actuales.
Ureña explicó que el diseño conserva la estructura interior del parque, preservando los árboles centenarios, mejorando las caminerías y manteniendo el monumento a Juan de Velasco. La propuesta de rediseño también mantiene los árboles, el monumento y las dos piletas, pero hay una gran diferencia con el diseño original presentado.
Sin embargo, también existe preocupación por parte de Ureña, ya que el diseño contempla caminerías curvas, que son más complejas de construir que las de bordillo recto, lo que implica más recursos económicos y tiempo, teniendo en cuenta los recursos disponibles.
El deseo de los moradores del sector es que el parque La Libertad deje de ser un foco de inseguridad y se convierta en un referente que se conecte con la vitalidad del mercado. Por su parte, el contratista también quiere entregar las obras que están a su cargo.
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