Hugo P. admitió los cargos por tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización a mediana escala, por lo que obtuvo la sentencia de dos años y cinco meses en prisión y el pago de siete salarios básicos. ¡A la cárcel por la venta de cocaína!.
Él fue encontrado por agentes policiales el 25 de julio entre las calles Daniel León Borja y Juan Lavalle, portando diez envolturas plásticas con una sustancia identificada como pasta base de cocaína. Los agentes procedieron con su detención en flagrancia y, durante la audiencia, el fiscal a cargo presentó diversos elementos, informes sobre la droga incautada y de la inspección del lugar y peritajes químicos, entre otros.
Un ciudadano menciona que, en el sector detuvieron al ahora sentenciado, el microtráfico es evidente: “usan las rieles del tren o las macetas para esconder la droga, ellos los dejan y otros, al momento, los retiran; es un proceso muy rápido. Los que estamos por aquí todos los días lo sabemos, pero, por más que se diga a las autoridades siempre se vuelve a lo mismo”, se lamenta.
El caso de Hugo P. B. se suma a la preocupante problemática del microtráfico en áreas urbanas. Este suceso destaca la persistencia de esta actividad ilícita dentro del casco urbano, generando inquietud sobre las estrategias necesarias para combatirla y proteger a la sociedad. Este delito no solo tiene que ver con la compra y venta de sustancias, sino que se asocia con otros como la prostitución o robos.