En el país, del 2 al 5 por cierto de niños tienen un trastorno del lenguaje, pero, ¿por qué se da esto y cómo evitarlo?
Emiliano, un niño de cuatro años, juega con tarjetas que señalan la figura, el nombre y la función de una manzana. Parece fácil, pero se demora en responder la pregunta de su terapeuta acerca de qué está viendo en el dibujo. Él, como muchos otros niños, presenta un trastorno del lenguaje.
Trastornos del lenguaje
En los últimos años, se ha observado un preocupante aumento en los casos de trastornos del lenguaje en niños. Estas alteraciones abarcan una amplia gama de dificultades, incluyendo trastornos de la pronunciación, trastorno del desarrollo del lenguaje, tartamudez, trastornos del lenguaje expresivo y receptivo, entre otros.
Paulette Rodríguez, terapeuta del lenguaje y la audición, destaca que uno de los principales factores que contribuyen a este aumento es la exposición temprana de los niños a la tecnología y las pantallas. “Los niños pasan cada vez más tiempo frente a dispositivos en lugar de interactuar con sus familiares.
Esto ha llevado a una disminución en la estimulación lingüística y una falta de exposición a un vocabulario diverso, lo que se traduce en dificultades para combinar palabras correctamente”, señala. Esta problemática se ha vuelto tan usual que, hoy en día, las unidades educativas piden un certificado sobre el desarrollo del lenguaje del niño para garantizar su atención y aprendizaje adecuado, ya que “como hablan, escriben”.
Problemáticas
Otro de los problemas más usuales, es el trastorno de los sonidos del habla, donde los niños, confunden o suprimen fonemas como la R, S, D o L. Heimy Paredes, fonoaudióloga, brinda terapias en el Centro de Audición y Lenguaje donde atienden a cerca de 100 niños mensualmente. La profesional indica que algunos presentan afecciones con los cuatro componentes del lenguaje: fonético, fonológico, semántico y pragmático. “Esto se traduce, por ejemplo, cuando se pregunta: ¿qué día es hoy?, y responden ‘bien’. Es decir, no comprenden el uso del vocabulario” manifiesta.
Los padres, en ocasiones, ven a estos síntomas como algo normal de la edad, no obstante, termina por retrasar su aprendizaje. Valeria, madre de familia, menciona que su hijo registró un desarrollo del lenguaje tardío. Cuando acudió a profesionales, le explicaron que esto tuvo que ver con que su hijo, al crecer sus primeros años durante la pandemia, no tuvo los suficientes estímulos lingüísticos. Sin embargo, el pequeño no requirió muchas terapias para “igualarse”. Rodríguez indica que el tiempo para ver los resultados de las terapias nunca es igual, esto va a depender de las habilidades y del diagnóstico de los pacientes.
Recomendaciones
Entre las sugerencias para abordar este creciente problema, las expertas enfatizaron la importancia de: limitar la exposición a pantallas con máximo 30 minutos; evitar el uso de diminutivos al hablar con niños; y buscar ayuda temprana para minimizar las secuelas en la adolescencia o adultez. Con la atención adecuada y la intervención temprana, muchos de estos problemas pueden superarse.
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