El director de Museo y Centro Cultural de Riobamba, Patricio Cárdenas, artista y gestor cultural, habló sobre el proceso que vivió la juventud de hace 20 años para hacerse escuchar.
Gestión. Usaron su voz para ‘recitar’ lucha social, hace dos décadas el modelo de gestión cultural era caracterizado por su elitismo y tendencia a favorecer a los adultos, lo cual resultaba en la falta de valorización de las voces que deseaban expresarse. Sin embargo, como parte del crecimiento surgieron jóvenes líderes, los que dieron el primer paso para modificar el modelo de gestión.
Colectivo. Así surge ‘Cuerda Floja’, un colectivo que daba talleres para hacerle frente a los desafíos que la literatura presentaba en aquel momento. Y dejaron de expresarse de manera convencional para reclamar con fuerza, experimentar y buscar nuevas vanguardias, abrazando la frescura de un lenguaje más coloquial.
Renovación. Con el tiempo, los jóvenes descubrieron en la literatura una herramienta para la lucha social, comprendiendo que tenían una voz poderosa para expresarse. Así, guiados por el escritor quiteño Pablo Maldonado, los horizontes se fueron ampliando.
Hazañas. Con el firme propósito de ser escuchados, recitaban poesía y gritaban versos para proclamar: “Aquí estamos, así pensamos, esto es lo que hacemos los jóvenes”. Además, llevaron a cabo otras hazañas, como llenar de poemas el monumento al libro y soltar barquitos de papel con versos en la pileta del parque Guayaquil. Asimismo, recorrían las calles principales de la ciudad con una mesa llena de libros, deteniéndose para recitar sus poemas. Tras cinco años de arduo trabajo, lograron publicar una recopilación de sus obras en colaboración con la Casa de la Cultura.
Importante. Cárdenas manifestó que la cultura y las personas tienen la responsabilidad de comprometerse con la nueva historia. La ‘era del miedo’ ha llegado a su fin, despertando a los jóvenes, animándolos a no temer al conocimiento, explorar las razones y expresar las cosas tal y como son.