Cuando hablamos de un docente nos imaginamos a aquella persona que imparte sus conocimientos y experiencias en las aulas; sin embargo, para algunos estudiantes su forma de convivencia y sus enseñanzas han quedado marcados en la memoria para toda la vida, porque en aquel niño o adolescente se sembró una huella que jamás se olvidará. ¡Ser maestro es una profesión brillante!
Dato. Y es que el vínculo maestro-alumno es tan importante para llevar un ambiente educativo fructífero y obtener un buen rendimiento de la comunidad estudiantil. Así, el personal docente tiene en sus manos la difícil y distinguida tarea de ser partícipe en un momento determinado de la vida de los estudiantes, aprovechando sus habilidades y sacando lo mejor de cada uno de ellos y, en tal virtud, hay docentes que se ganan el respeto y el cariño por su profesionalismo y, por ende, los estudiantes los consideran sus ‘favoritos’.
Detalles. Así, contamos con docentes de la localidad que, por su día, dieron a conocer sus vivencias y experiencias a lo largo de la profesión, siendo una luz, iluminando de nuevos saberes y enseñanzas para la niñez y la juventud de los diferentes establecimientos de instrucción.
Compromiso. El 13 de Abril de cada año se celebra el Día del Maestro Ecuatoriano, siendo oportuno que, en esta fecha especial, se destaque la labor que cumple un docente y lo importante de su accionar en el sistema educativo, esto al tratar de manera directa con el alumnado y aportando, de manera directa, sus grandes conocimientos a la sociedad.
A saber. Carmen Toapanta, que ejerce por 21 años la profesión de educadora, y a la fecha es directora encargada de la Unidad Educativa ‘García Moreno’, ubicada en el barrio El Batán, destacó la importancia de esta fecha, que se dio en homenaje al insigne escritor Juan Montalvo, nacido el 13 de abril de 1832, resaltando su valioso aporte a la educación.
Situación. Carmen, al estar rodeada de niños todos los días, recibe su amor y respeto inocente y sincero. “Convivir con niños de 5 a 11 años es una experiencia maravillosa. Nosotros pasamos a convertirnos en las ‘segundas madres’, la institución se convierte en un ‘segundo hogar’ para los estudiantes; entonces, siempre estamos pendientes de ellos, y es una ardua labor”, enfatizó. Asimismo, dijo que lo más difícil y gratificante de su vida como educadora es ver cada año culminar su vida estudiantil y, en el transcurso del tiempo, verles como todos unos grandes profesionales.
Sépalo. Daniel Herrera, otro docente de la institución con 37 años ejerciendo la profesión con esmero y dedicación, manifestó: “pensamos en el bienestar de los estudiantes para verlos crecer y que haya un cambio en la sociedad con la educación. Damos todo para construirlos como arquitectos en bien de la sociedad, hombres y mujeres con intachable honra y dedicación”.
Importante. Irene Orellana, docente de la Unidad Educativa ‘Federico González Suárez’, de Alausí, ante la trágica situación por el deslizamiento de tierra, dijo que el personal docente sigue de pie ante las dificultades, buscando los medios adecuados para seguir impartiendo conocimientos a los alumnos pese a la desgracia. “Para nosotros el año se ha vuelto gris”
Criterio. “Merecemos ser homenajeados porque solo nosotros sabemos lo que vivimos, puesto que, a más de maestros, somos hasta psicólogos. Al estar con los muchachos he aprendido a desarrollar la paciencia, a reflexionar. De lo que yo vivo, mi angustia es tan reducida en comparación a lo que ellos viven, que muchas veces no tienen a quién contar nada y nos hacen partícipes de sus alegrías, pero también de sus miedo y temores, y esto es lo más lindo de la docencia”.
Realidad. Delia Arévalo creció viendo a su padre -un destacado docente- revisar y corregir los múltiples deberes y exámenes de los alumnos y, a partir de esa escena, que se quedó grabada en su memoria, nació la vocación. Esta educadora tiene 49 años de edad y trabaja en la Unidad Educativa ‘Liceo Policial’ y, con sus 15 años de experiencia, subrayó la valía de que los docentes deben tener paciencia con los jóvenes, anotando que al momento de ingresar a la clase la clave es “llegar con carisma positivo para comprender a los chicos y, más que nada, mantener la disciplina en el aula y poder llegar a los estudiantes, pero con cariño. Lo más gratificante es que en cualquier momento me encuentran mis estudiantes y exalumnos, se acercan a saludarme y me dicen: ‘nunca me voy a olvidar de Usted’”.
Interés. Marisol Arias, estudiante, describió a un docente como “una persona que nos ayuda a desenvolvernos como jóvenes, y es importante reconocer la importancia y valor de sus enseñanzas. La participación y convivencia buena permiten que tanto docente como estudiante puedan aprender juntos, y a conocer o desarrollar nuestras destrezas”.