El medio ambiente es todo un sistema de actividad biológica y física en el que coexistimos varias especies, flora, fauna y los seres humanos; es delicado y necesita de mucho equilibrio, que cuando se altera tiene graves consecuencias. Es un espacio importante que nos permite obtener agua, comida, combustibles y materias primas que sirven para fabricar elementos que se emplean en la vida cotidiana. Sin embargo, al abusar o hacer mal uso de los recursos naturales que se obtienen de él lo ponemos en peligro y lo agotamos. Hoy en día, el aire, el agua y la tierra están contaminándose, los bosques están desapareciendo debido a los incendios y a la explotación excesiva; asimismo, los animales se van extinguiendo por el exceso de la caza y de la pesca. En torno a estas premisas surge la incógnita ¿Cuidamos el medio ambiente?
¿Qué parte del medio ambiente en Riobamba se ha visto descuidada?
Existen preocupaciones cercanas en Riobamba, como es el tema de la recolección de desechos sólidos que, de alguna forma, perturban el ecosistema urbano en donde nos desarrollamos. Sin embargo, la visión, muchas veces limitada de lo más cercano que tenemos, nos impide ver a todo ese conjunto de acciones que afectan al medio ambiente, por lo que se ha visto muy pocas acciones, muchas veces aisladas cuando de páramos se trata, que es realmente en donde deberíamos enfocarnos porque, básicamente, el páramo es el que nos provee el ‘líquido vital’ y diferentes servicios ecosistémicos, y dentro de Riobamba esa debería ser nuestra preocupación, especialmente para, de alguna forma, garantizar los caudales y los suministros de agua potable.
¿Cuáles son las razones por las que se ha visto afectado el entorno?
Considero que el tema de la contaminación, en realidad, es por el elevado número del parque automotor, eso debería ser un tema del que se hable en la ‘Sultana’, en especial por la gran cantidad de emisiones de dióxido de carbono. Es así que, de alguna forma, se ha generado un desequilibrio en la naturaleza, aparentemente son imperceptibles para la ciudadanía las consecuencias, específicamente en cuanto a emisiones de gas invernadero, por lo que, ‘casa adentro’, debemos sensibilizarnos y crear conciencia al respecto, y esto se puede hacer por medio de prácticas cotidianas que pueden ser mínimas, pero que, al final de cuentas, cuando se suman, tienen una connotación muy importante, como el uso de medios de transporte adecuados, el uso moderado de la energía eléctrica, es decir emplearla cuando sea necesario, también estar conscientes de la cantidad de agua que se emplea al lavar platos, en la ducha diaria, al cepillarse los dientes y demás. Además está la cultura de manejo de los desechos sólidos que se producen habitualmente en el hogar, tenemos que reciclar y reutilizar.
Ante esta situación, ¿qué podemos hacer?
Personalmente, creo que son circunstancias que no se ha visto que se aborden a profundidad en la urbe, a pesar de los esfuerzos aislados, puesto que hay acciones que no son de conocimiento público, aún hay un reto bastante importante, sobre todo de las autoridades que tomarán posesión, esta situación deben ponerla sobre la agenda. Asimismo, como ciudadanos hay que responsabilizarnos en todo este proceso, creo que todos tenemos que levantar una minga conjunta, autoridades y ciudadanía, para así tener claridad sobre el daño que estamos haciendo, por más mínima que sea la emisión de dióxido de carbono que generemos, esto se multiplica por cada persona, dando paso a los procesos que ahora estamos viviendo, como lo es el cambio climático que, en la actualidad, se hace cada vez más visible con el desequilibrio ambiental que tenemos.
¿De qué forma afecta a la ciudadanía este desequilibrio en el ambiente? y el que la ciudadanía no se pregunte ¿Cuidamos el medio ambiente? Nos afecta de diferentes formas, estamos acabando con nuestro ecosistema, no estamos siendo conscientes ni sensibles con el entorno en el que vivimos con nuestras familias, y esas alteraciones, por ejemplo en los páramos, provocarán que los caudales a futuro serán bastante relegados, por ello se ha empezado a hablar que a futuro las guerras serán por el agua dulce, que es un suministro vital. Al no haber conciencia, creemos que no es algo mayor el hecho de que botemos un papel a la calle, pero esa acción contribuye en el daño a futuro que vivirán nuestros hijos.