Una lamentable tragedia, suscitada la tarde del 14 de febrero en el barrio San Miguel de Tapi, arrebató la vida de Jorge Majín, de 46 años, trabajador de la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (EP-EMAPAR), quien ejecutaba sus labores en una obra de la avenida Monseñor Leonidas Proaño, Ante aquello, los moradores del sector continúan preocupados por la inseguridad que representa esta situación, y esperan que se brinde soluciones para precautelar la integridad de los habitantes y visitantes. ¿Cuenta con la debida seguridad esta obra?
A saber. Se conoce que la obra empezó aproximadamente en septiembre de 2022, en primera instancia con el derrocamiento de las casas y cerramientos, ya que en el sector no se respetaba los ejes viales; asimismo, la ampliación comprende desde la avenida Lizarzaburu hasta el redondel de la vía Bicentenario. Según los vecinos, no avanzaría adecuadamente, ya que llegan aproximadamente cinco trabajadores y “su labor la realizan de a poco”, y en diferentes lugares de la avenida”. El trabajo debe llevarse a cabo de manera coordinada para, de esta forma, mantener control de cada elemento que conforma las vías, es decir, el poste se ubica dos metros bajo la vía, pero, al momento de remover la tierra también pierde estabilidad, por ello se requiere tarea conjunta para evitar incidentes lamentables, dijeron
Pedido. Lourdes Rivera, moradora del barrio, señaló: “no estamos buscando culpables, sino que después de este lamentable suceso lo que buscamos es que se brinde soluciones, porque se debe prever estas situaciones; es necesario que se fijen de manera adecuada los postes de alumbrado; los encargados de la obra deben mostrar más precaución en este tipo de trabajos, teniendo en cuenta que por esta vía transitan carros, pero también niños, niñas y adolescentes de algunas unidades educativas”. Mientras compartía su preocupación señaló otro poste que también se encuentra “tambaleando”, manifestando que “al percatarse de que estaba inclinado solo colocaron un montículo de tierra para evitar que se siga moviendo; además, el poste que cayó sobre el trabajador lo volvieron a colocar; el tambaleo de los postes se debe a la maquinaria pesada de la obra”.
Medidas. Después de este suceso la Empresa de Agua Potable y Alcantarillado (EP-EMAPAR) y la Empresa Eléctrica Riobamba SA (EERSA) mantuvieron una reunión, además de que recorrieron el lugar para determinar ciertas medidas correctivas a fin de precautelar la integridad de las personas del sector y evitar este tipo de tragedias durante la obra ejecutada.