Regularmente las personas que viven con VIH (Virus de Inmunodeficiencia Humana), con frecuencia enfrentan el estigma y la discriminación de la sociedad, por el desconocimiento o falta de información ante esta enfermedad que afecta a una parte de población. Según el Boletín Anual de VIH/sida del Ministerio de Salud Pública, la década más reciente, entre el 2010 y 2020, abarca al 68 por ciento de notificaciones de VIH, con un promedio de 4.420 casos notificados; Chimborazo representa el 1,65 por ciento de estos casos. ¿Qué afronta un paciente VIH POSITIVO?
¿Cómo se enteró que es un paciente VIH positivo?
Hace aproximadamente 6 o 7 años acudí al Hospital General Docente y me hice un análisis correspondiente, la primera prueba salió reactiva en VIH, para confirmar me realizaron otros exámenes, a partir de esos resultados positivos me dieron el diagnóstico y me explicaron el procedimiento de mi tratamiento. Actualmente continúo con la medicación diaria, con el paso del tiempo empecé a visibilizar este tema desde mi experiencia para evitar que se vulneren los derechos que tenemos como Pvvs (Personas que viven con el VIH), he continuado informándome y estudiando por medio de organizaciones como ‘Renacer Chimborazo‘acerca del virus, sobre todo en el ámbito del activismo aquí en el Ecuador, y inicié a contribuir con mi ‘granito de arena’ a través de proyectos pequeños.
¿Cómo fue compartir su historia con su círculo cercano?
La primera persona a la que le conté sobre mi diagnóstico positivo fue a mi mamá, ella me apoyó desde el día uno, decidí contarle porque la doctora que me atendió me recomendó que busque soporte en una persona cercana, para que si estaba dispuesta en el hospital le brinden toda la información pertinente acerca de la enfermedad, el tratamiento, los controles y el estado de salud del paciente, luego lo hablé con mis amigos, la relación con ellos es diferente y me permitió desahogarme y confiarles mi situación, todo fue paulatino durante 3 años. Últimamente, más personas saben que soy un paciente VIH positivo, esa exposición me ha ayudado a normalizar que vivir con VIH no es sinónimo de muerte o contagio inmediato.
¿El VIH es parte de su identidad personal?
Con el paso de los años he ido empoderándome sobre mi diagnostico, ha formado parte de mi personalidad pero no es que a donde vaya llevo en mi frente que soy VIH positivo, tampoco es mi tema de conversación principal o solo hablo del virus, más bien he intentado externar esta información porque forma parte de mí, además de esa forma me motivo a continuar día a día, considero que de esa forma me he inspirado a realizar activismo.
¿Existe algún mensaje en particular que intente compartir cuando habla de su experiencia?
Me gustaría empezar a enfocarme en cambiar la percepción que tiene la sociedad sobre el VIH, ese sería mi mensaje principal, sin embargo siempre que hablo de este tema mi intención es informar de manera adecuada, que la gente comprenda y deje a un lado el estigma de la enfermedad, para evitar los prejuicios sin conocer antes a la persona portadora del virus y así prevenir comentarios mal intencionados que pueden llegar perjudicar el estado de ánimo y emocional.
¿Cuál cree que es la concepción errónea más grande sobre cómo es vivir con VIH?
Desde mi experiencia puede decir que se divide en dos aspectos generacionales, por ejemplo la gente adulta a partir de los 30 años suelen creer que tener un concepto radical, piensan que tener VIH es igual a morir o que el virus solo lo poseen personas promiscuas, homosexuales o gente que se identifique con la comunidad LGBTIQ. Por otro lado, he percibido que los jóvenes son más abiertos a hablar sobre el tema o intentan entenderlo, y no les asusta convivir con una persona con diagnóstico positivo
¿Qué consejo les daría a las personas que han sido diagnosticadas recientemente?
Primero hay que saber que en el país el tratamiento es gratuito en los centros de salud públicos para cualquier persona que hay sido diagnosticada, es fundamental saber que la vida no acaba cuando te enteras que le resultado fue positivo y más importante aun es no abandonar el tratamiento, ayuda a mejorar el estado de salud de los pacientes, siempre y cuando se siga las indicaciones del médico tratante, y contar con una persona de confianza.