Migrar no siempre está dentro de los planes de las personas… sin embargo, a muchos se les presenta la oportunidad, y esta situación ha ayudado a muchos a abrirse camino y tener nuevas oportunidades. Éste es el caso de Mauro Pazmiño, riobambeño que viajó a Francia en su adolescencia y que, años después, al haber retornado al país, contrasta las realidades de su vida en Europa y su vida en el Ecuador.La migración abre muchas puertas.
Cuéntenos, ¿cuáles son las razones por las que decidió migrar?
Muchas veces creo que uno no piensa lo que le depara la vida. En realidad, yo no había pensado en migrar en ningún momento, simplemente, luego de graduarme del colegio, salió la oportunidad de viajar a Francia, y la aproveché. Razones reales para mí no había en esa época, pensé que era una buena oportunidad de conocer algo más de este mundo, y así fue. Actualmente pienso que fue una de las mejores decisiones que tomé hasta ahora.La migración abre muchas puertas.
¿Cómo fue su proceso para migrar a Francia?
En el año 1983, cuando pude salir del país, no había problema alguno para obtener una visa, viajé como estudiante. En esa época las cosas eran muchos más simples en todo sentido, no tan burocráticas como lo son ahora y con tantos procesos y complicaciones, así que realmente no podría hablar de un proceso, pues, todo fue rápidamente.
¿Cómo era su vida en Ecuador y cómo ha cambiado después de migrar a la ‘Vieja Europa’?
Mi vida era la vida normal de un estudiante, con las responsabilidades de un joven que trataba de salir adelante y culminar una etapa más de la vida de cada uno, graduarse y abrirse camino en alguna universidad. Pero, luego de migrar todo cambió, pero en bien: descubrí otro mundo, otra cultura, otras oportunidades que Ecuador no hubiera podido brindarme… no es nada fácil salir adelante en otro país, y menos aún en Europa, y tuve que madurar de una manera acelerada y afrontar solo la vida, pero eso forjó mi personalidad… y lo que soy ahora.
¿Qué necesidades ha pasado como migrante?
Cuando uno se tiene una personalidad fuerte, una manera de ser recta, las ganas de superarse y salir adelante casi no se pasa necesidades. Las cosas fluyen y le llegan a uno cuando tienen que llegar, y en un país como Francia lo más importante es aprender y dominar la lengua. Mis estudios largos de Lengua y Civilización francesas en La Sorbona de Paris me abrieron todas las puertas necesarias para llegar muy alto, hasta donde tuve la suerte de llegar; tal vez lo que sí me hacía falta y extrañaba en momentos difíciles, que sí los hay, era la ausencia de mi familia.
¿Qué es lo que más ha extrañado de Riobamba y del Ecuador en sí?
Cuando uno aprovecha las oportunidades que se le presentan y se acostumbra a su vida en el extranjero la verdad, no se extraña casi nada, aún con la cantidad de vivencias, experiencias y conocer a nuevas personas. Yo creo que he extrañado a mi familia y mis amistades… nada más.
Si tuviera que quedarse en su tierra, en su país… ¿lo haría?
En realidad, casi desde que regresé a Ecuador estoy instalado en Riobamba, la mayor parte de mi familia vive aquí y, sobre todo, mi mamá, ellos son la razón por la que sigo aquí.
¿Cómo es su vida después de migrar?
Desgraciadamente, no ha sido tan agradable. Ecuador no es un país en donde se pueda seguir adelante. A mi parecer no es un país de oportunidades, la vida es muy limitada en muchos sentidos, pero esto es debido a la ineptitud y egoísmo de las autoridades que nos gobiernan, aquí todo es difícil, todo es dinero, todo es corrupción, a las personas no las reconocen por lo que realmente valen, sino por lo que poseen. No hay visión ni voluntad de progresar, sino se ve mucho el beneficio propio, la mayoría de ecuatorianos son personas vagas, conformistas y asistidas. Evidentemente, no todos son así, pero fue una gran decepción constatar todo esto al regresar a este país.
¿Cuál es su recomendación a los migrantes?
Pienso que si tienen la oportunidad de no regresar al Ecuador, pues, que no lo hagan, no cometan el mismo error que muchos cometimos volviendo al país; con el pasar de los años constate que muchas no han cambiado todavía.La migración abre muchas puertas.
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