¿Cuál es el punto de vista de la juventud con respecto al proceso electoral que se viene?, ¿qué clase de candidato es el que inspira confianza en la mayor población electoral del país?… siendo éstos los millennials y centennials. La comunicadora social Cinthya Samaniego ofrece un análisis al respecto… Trabajar la confianza en LO DIGITAL.
¿Qué expectativas tiene ante el nuevo proceso electoral que se avecina en 2023?
Este tema para los jóvenes debería ser bastante interesante, mucho más de lo que ya es, y esto porque, generalmente, por una u otra razón no nos interesa la coyuntura. Yo creo que el principal problema es eso: que no nos interesamos, y esa condición nos lleva a vivir la misma rutina cada 4 años.
¿Por qué?
Porque nosotros vemos que llegan las elecciones, vamos conociendo a uno o dos candidatos y, siendo sinceros, los vemos por caras. No es que nos interesemos en quién es él o ella, qué ha hecho, en dónde ha trabajado… solamente decimos: “Ah, ya, X persona se lanzó para la Alcaldía, y es de tal lista”. Con eso se acabó. Entonces, eso hace que caigamos en la misma rutina cada cuatro año. En realidad, sería increíble que esto se pueda cambiar. Nosotros mismos, como una nueva generación de comunicadores, deberíamos tratar de luchar contra esto, y así intentar llegar a las nuevas personas y saber, en realidad, quiénes son los candidatos. El hecho de conocerlos podría cambiar, realmente, toda la historia; pero es una cuestión bastante complicada por la coyuntura en la que vivimos hoy. Ahora es como que todos están resignados. Más que asustados o emocionados, existe una resignación de caer en lo mismo.
Entonces, ¿qué es lo que se escucha en estos días por la calle?
Lo que se oye, generalmente, es “bueno, vamos a ver uno que no robe tanto”; entonces, es hasta un poco absurdo, patética la normalización de un sistema corrupto, es decir que ya estemos resignados a lo mismo. Quisiera realmente que fuera diferente, pero, de alguna forma, se entiende que se viene el mismo proceso.
¿Y qué clase de candidato le inspira confianza en la actualidad?
La verdad es que iba a tomar el ejemplo de John Vinueza. Él hizo una buena campaña en 2019, juvenil, con todas esas características, con la forma de llegar a ellos. Yo, sinceramente, creí que se podía confiar en esta persona. Pero, cuando llegó a la Asamblea —de fuentes cercanas me han dicho— el asambleísta es como “un borreguito” de las personas que están ahí, le importan poco los riobambeños, y eso que prometió un millón de cosas. Él buscaba que sobresalga la juventud, pero ahora él está ahí, escuchando sin querer meterse en problema. Por el momento está diciendo que va a analizar la situación, si va a tener una respuesta o no para dejar la Asamblea y lanzarse para alcalde, y esto está mal.
¿Qué ocurre con la otra clase de políticos?
Con la otra clase, si se meten de una manera muy seria, solo llegan a las personas adultas, y sino empiezan por los chicos, que se dejan llevar. Algo que yo me he dado cuenta en las últimas elecciones, de cuando se quieren meter de una forma jovial las redes sociales, es que empiezan a caer en la ridiculez, ya no son los candidatos políticos, sino que quieren convertirse en influencers, y entran a las redes sociales haciéndolo de una manera tan equivocada, porque hay una forma de llegar, dependiendo de lo que tú quieras mostrar. Claro que si eres un candidato político puedes usar TikTok, puedes usar Facebook e Instagram, pero tienes que hacerlo de una forma correcta. No debes entrar solo a hacer bailes y caer en las tendencias, y ya, si lo hacen, que lo hagan en su propio estilo, diciendo algo como: “Yo soy un político serio y esto es lo que te voy a dar”. Obvio que esto debería ser hecho por un comunicador que lo asesore, pero no deberían caer en la ridiculez de convertirse en un influencer. Eso es lo que yo pienso.
Para finalizar, ¿acaso es lo que pasó en las elecciones nacionales 2021… o no?
Sí. Xavier Hervas se convirtió en un influencer y ahí se quedó, cayendo en la payasada, pero también el problema es que los más jóvenes empiezan, desde los 16 años, diciendo: “ah, qué chévere este señor, me parece muy amigable, le doy mi voto”. Y le ven al señor ahí, hablando de una manera aburrida, entonces lo descartan. Ven a los que bailan y dicen: “le doy mi like”, pero le ves al otro que está sentado, y ni te interesa saber cómo se llama. Entonces, ellos tienen “pegue” con la gente que no sabe. Pero si vas a hablar con gente que lo analiza y se interesa por el futuro de su país nos vamos a dar cuenta que este tipo de candidatos tan solo cayeron en la ridiculez. Yo sí digo que si bailan en TikTok está descartado el candidato, debemos cambiar ese sentimiento de resignación, aunque sea un sentimiento arraigado por la corrupción que se vive